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Osuna revive la II Guerra Mundial

  • Un grupo de aficionados al 'airsoft' recrea la batalla de Montecassino en las antiguas canteras ursaonense.

Cerca de 70 años separan la primera batalla de Montecassino, durante la II Guerra Mundial, de lo acontecido ayer en las antiguas canteras de Osuna. Un grupo de 30 personas ha recreado el episodio histórico usando réplicas de armas, uniformes y equipamientos de las dos unidades enfrentadas. Alemanes y aliados lucharon frente a frente en una contienda que bien podía haber sido una representación teatral, pero no, se trata de un juego que muchos consideran ya un deporte: el airsoft.

Rafael Ortiz es el portavoz del Club de Airsoft Osuna, conocido como Regimiento 327, nombre que hace alusión a un batallón de las primeras divisiones de paracaidistas americanos de la II Guerra Mundial. Fundado hace apenas seis meses, el grupo lo forman aficionados al airsoft en su categoría de recreación histórica. "Es un deporte basado en la recreación militar que utiliza réplicas de armas reales que disparan bolas de PVC de 0,6 metros de diámetros", explica Rafael Ortiz. "Aunque pueda parecer un deporte violento, no lo es. Se basa en el compañerismo y en la honradez de los jugadores, ya que las bolas, a diferencia del paintball, no dejan marcas, y es el jugador el que, al darse cuenta que ha sido alcanzado, levanta la mano y se declara muerto, volviendo a la zona de salida".

La mañana de ayer, los miembros del club de Osuna organizaron una actividad junto a algunos socios del club Armygottes de Córdoba y el Western Front de Cádiz. Desde las diez y media de la mañana, las antiguas canteras ursaonenses se convirtieron durante tres horas en las tierras aledañas al monasterio de Montecassino. "El público que ha acudido, que se movía libremente por la zona de juego siempre con chalecos reflectantes para ser identificados y unas gafas de protección por seguridad, ha podido ver una simulación del asalto en tiempo real, con heridos, médicos corriendo, repliegues, soldados. Todo lo que se ve en una película pero en vivo y en directo", comenta contento Rafael Ortiz, portavoz del Club de Osuna, por el éxito de la actividad.

El resultado de este partido se ha acercado a la realidad, según cuenta Ortiz, con una primera pérdida de terreno por parte de los alemanes y con el final acorralamiento de los aliados en su campamento. Pero, en este tipo de juegos, el resultado es totalmente aleatorio, depende de la capacidad de organización y estrategias de los diferentes equipos. "Este deporte, pese a posibles prejuicios generalizados, se desarrolla dentro del ámbito de clubes deportivos registrados, totalmente apolíticos y no asociados a ninguna corriente ideológica. No fomentamos ni permitimos la apología de ninguna ideología, ni del uso de armas de fuego, tan solo, como ya he dicho, el deporte, la competición sana y la camaradería entre los miembros".

Los socios de este club de Osuna comparten el gusto por la estética de los ejércitos, las armas, los vehículos y uniformes que compran en tiendas especializadas. "Y el airsoft nos ha permitido no sólo vestirnos, como pasa en Cádiz con el asalto napoleónico o en Jaén con la batalla de Bailén, sino participar de ellas activamente, llegando a sentir, si la partida está bien organizada, la presión del ataque y la defensa". Para ello utilizan, por ejemplo, réplicas del fusil de cerrojo K98 alemán o el Colt americano de 1911. Tal como comenta Rafael Ortiz, "muchos de los atrezos son caseros basados en fotos de la época y tutoriales de internet".

Ayer fue un domingo diferente, donde la historia y la diversión se dieron la mano, y los participantes se sientieron los protagonistas de películas como Salvar al soldado Ryan o Objetivo Birmania.

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