la zarzamora

Tenía sólo 7 años cuando pintó su primera figurita y hasta ahora no ha parado. Patricia Fuentecilla, una sevillana de 29 años, es una de esas artesanas de vocación y convicción. Por eso, después de pasar un año sin trabajo, decidió abrir una tienda donde sólo se vendieran productos de artesanos andaluces. Un proyecto ambicioso que hoy es toda una realidad.

La Zarzamora, nombre que dio a su tienda "porque suena a andaluz", abrió sus puertas el pasado 28 de noviembre en la Puerta de la Carne con el apoyo de más de un centenar de artesanos andaluces que, literalmente, hacen cola para poder exponer y vender sus artículos. Sin embargo, aunque la tienda está teniendo una gran aceptación, ponerla en marcha no fue fácil. "Tuve que recorrerme los mercados de artesanía de toda Andalucía para encontrar artesanos que compartieran conmigo un objetivo: promocionar la artesanía y el diseño andaluz sin renunciar a la calidad y a precios asequibles", explica Patricia. Y los encontró, tantos que en apenas unas semanas La Zarzamora se ha convertido en un lugar de encuentro para toda la artesanía andaluza.

La especialidad de Patricia son los complementos de flamenca y novias y la del resto de artesanos que tienen sus creaciones en la tienda es tan amplia y variada como uno sea capaz de imaginar.

En La Zarzamora se puede encontrar ropa de diseñadoras como Cristina Vázquez, de El Gabinete de las Maravillas; Susana Lirola, cuyos diseños en seda llegan a la tienda desde Almería; o Lucía Fernández, que muy pronto llevará a cabo en la tienda un showroom con sus propuestas para novias y flamencas. Calzado, cristal de Swarovski, reproducciones en llavero de las pinturas de la sevillana Carmen Gamero o las originales propuestas elaboradas con pétalos de la firma Salvia son otros de los pequeños tesoros que se reparten por las estanterías de La Zarzamora.

Cuenta Patricia que todo en la tienda -incluidos los muebles, la pintura y todos los elementos decorativos- "es 100% andaluz" y con esa premisa selecciona todos y cada uno de los artículos que se exponen. "Estoy convencida de que es necesario reivindicar el buen trabajo de los artesanos andaluces", dice. Además, asegura, "con la ayuda de todos los artesanos hemos conseguido mantener en tienda el mismo precio que en los mercados de artesanía callejeros".