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Un trago por la integración

  • Cervezanía S.L. trabaja por la autosuficiencia de personas discapacitadas

Según la Constitución Española, todos los ciudadanos tienen el deber y el derecho a trabajar, algo a recordar hoy, Día Internacional de los Trabajadores. Aunque para muchos, el acceso al mercado laboral resulte dificultoso. Es el caso de las personas con discapacidad, que ven cómo las puertas a este mundo no se les abren de la misma forma que al resto de personas. Aunque hay asociaciones y entidades que trabajan de manera conjunta para que estas personas puedan recibir la formación adecuada y así desempeñar una labor con la que sentirse útiles. Es el caso de la empresa Cervezanía, que tiene en su plantilla a dos personas con discapacidad.

Propiedad de Pedro Rodríguez, Carlos Gutiérrez, Mari Ángeles Gallego y Daniel Gutiérrez, esta empresa se dedica a la fabricación y comercialización de kits para elaborar cerveza en casa, algo muy demandado en los últimos tiempos. Responsables, además, de la empresa de cerveza artesanal Albero, Pedro Rodríguez y Carlos Gutiérrez (ambos ingenieros) descubrieron que el mercado de este tipo de cerveza todavía ofrecía muchas posibilidades. De ahí que, en noviembre de 2014, fundaran junto a sus otros dos socios la empresa Cervezanía.Desde entonces no han dejado de crecer en cuanto a exportaciones, aunque para ellos los ingresos económicos no son lo único relevante. Conscientes de la situación actual de muchos discapacitados, quisieron implicarse en un proyecto que contribuyese a que se sintieran autosufucientes. De esta manera contactaron con la asociación Marafiki, dedicada a la formación de personas con discapacidad intelectual. Desde la asociación realizaron un estudio sobre las labores a desempeñar en la fábrica y, tras evaluar los perfiles de los diferentes miembros, decidieron que Josemi Cabrera Cáceres y José María Gil Núñez ocuparían dos puestos de trabajo en Cervezanía.

Josemi y José María, con un retraso madurativo el primero y síndrome de Down el segundo, acuden a la empresa todos los lunes de 09:30 a 13:30. Una vez que aterrizan en la fábrica comienzan su actividad bajo la supervisión de Pedro Rodríguez y Carlos Gutiérrez. Al principio acudían con un monitor de Marafiki, pero se han hecho tanto con su labor a desempeñar que ya no es necesario que él esté. "El jefe", como José María suele llamar a Pedro, los recibe por la mañana y les reparte las tareas. "Nuestro proceso de producción es muy mecánico; meter chapas en bolsas, colocar las botellas en cajas, poner pegatinas o distribuir el lúpulo o la malta en bolsas, por eso intentamos dosificar las actividades e ir alternando para que no se aburran", asegura Rodríguez. Y, desde luego, no se cansan. Tanto José María como Josemi están encantados con el trabajo que desempeñan, aunque reconocen tener sus tareas preferidas y otras que les gusta menos llevar a cabo. José María está acostumbrado a trabajar, ya que a veces ayuda a su padre en la carnicería que tiene en el Tiro de Línea y Josemi, por su parte, está tan contento de estar en Cervezanía que quiere que cuenten con él durante los meses de verano.

Por su parte, la experiencia de los chicos de Cervezanía "está siendo realmente enriquecedora, ya que sorprende observar su evolución y el grado de compromiso y esfuerzo que han adquirido con ellos". Aseguran que "es una pena que sólo puedan acudir una vez en semana, pero no deben faltar a las actividades que se desarrollan todos los días en la asociación", que trabaja con ellos de lunes a domingos ofreciéndoles formación y actividades físicas, deportivas y de ocio. Su experiencia les está resultando tan motivadora que animan a otras empresas a sumarse a esta iniciativa tan positiva y fundamental para que las personas con discapacidad se sientan útiles y puedan desarrollar actividades en un entorno profesional en el que evolucionar.

A destacar, el trabajo de producción que desarrollan Josemi y José María contribuye al crecimiento de la empresa, ya que los kits que los dos elaboran llegan a 26 puntos de Europa. Así que, no sólo tienen derecho a trabajar, es que desarrollan su labor cumpliendo todas las expectativas que tienen depositadas en ellos.

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