Cultura

Tragedia de bolsillo para tres cuerdas

  • La ópera 'Judith, ¡no avanzarás!' inaugura hoy en el Central el 8º Festival de la Guitarra

  • Completará la velada Paco Bernier y el Coro de Cámara del CSM con el 'Romancero Gitano'

Los protagonistas de la velada inaugural del Festival en el Hotel Barceló, donde se han realizado los ensayos y el mural que presidirá la ópera.

Los protagonistas de la velada inaugural del Festival en el Hotel Barceló, donde se han realizado los ensayos y el mural que presidirá la ópera. / Royds Fuentes-Imbert

La unión entre la guitarra y la voz humana es una de las líneas artísticas y temáticas que definen la octava edición del Festival de la Guitarra de Sevilla. Un encuentro internacional, fundado y dirigido por el compositor y guitarrista Francisco Bernier, que llenará de música distintos espacios de la ciudad desde esta noche hasta el próximo 21 de octubre.

Junto a Bernier, la presencia en la organización del festival del dramaturgo y director de escena cubano (residente en Canadá) Royds Fuentes-Imbert ha acentuado siempre la vocación dramática de la muestra. Hace tres años, en la edición dedicada a El Greco, escribió y dirigió la pieza teatral Sueña el Greco. El Martirio de San Sebastián -con el magnífico actor cubano Eduardo Martínez- y ahora, dando una vuelta de tuerca más, ha asumido la escritura del libreto y la dirección de escena de una ópera de bolsillo que se estrena esta noche en el Teatro Central.

"La ópera, como evento cultural, se ha vuelto excesivamente cara y en gran medida inaccesible para el gran público, por lo que me propuse realizar una ópera pobre a lo Grotowski, es decir, centrada en su dimensión dramática más que en el elemento espectácular", explica el director.

El texto, aparentemente surrealista, está basado en una historia real: la de una vedette cubano-americana de la televisión, amante de un político que, en realidad, era un agente doble reclutado por la KGB rusa y que fue víctima de la ley antiterrorista de George W. Bush, arrastrándola a ella a un final desesperado de auténtica tragedia griega.

"Judith Brown es, en realidad, un ejemplo más de esas personas profundamente incultas y racistas, tan poseídas por el miedo que son capaces de sacrificar a sus propias familias...", sigue diciendo el autor, que afirma en el texto cosas como "El emigrante es un lobo para el emigrante y el exiliado político, una hiena".

Fuentes Imbert plantea la ópera como la primera parte de una trilogía de la que ya tiene en mente una segunda entrega titulada Eurídice sprinter.

Para poner música a esta historia tan densa e hiperbólica, digna de una película de Tarantino -hay, en efecto, un tratamiento casi cinematográfico en algunos pasajes-, el compositor Bardia Charaf, suizo de origen iraní, se decidió por las cuerdas: una guitarra, un violín y las cuerdas vocales de la soprano japonesa afincada en Sevilla Sachika Ito.

"Es sólo un trío -afirma Charaf-, pero de tal densidad y complejidad musical que a veces me da pena de ellos, del enorme trabajo que tienen que realizar. Yo he intentado crear simetrías, tanto a nivel rítmico como a nivel melódico, ya que el monólogo tiene muchos niveles. Frente a la tormenta exterior de la mujer, aparecen de pronto momentos de reflexión o distanciamiento, incluso de inmovilidad en los que ella se plantea lo que pasa en su interior. Cambios que la música debe reflejar".

No es en absoluto baladí el hecho de que Charaf, que ha mantenido durante todo el proceso un diálogo constante con el autor del texto, haya compuesto la música pensando en dos excepcionales instrumentistas: el guitarrista Francisco Bernier y el violinista ruso Anva Turdyev, así como en la voz de Sachika Ito.

La soprano, cuyo origen oriental conecta con una tradición donde canto, danza, y teatro se funden de manera orgánica, destaca, por su parte, "la enorme dificultad que ha supuesto para mí esta ópera, no solo por tener que cantar y recitar en francés y en español indistintamente sino porque el personaje está muy lejos de mí, física, política e ideológicamente".

A pesar de su vocación casi minimalista y de la imposibilidad de ensayar en el escenario del Central, los trabajos escénicos de Fuentes-Imbert cuentan siempre con la compliciad de un artista plástico capaz de encontrar la metáfora visual más apropiada para su visión de la obra.

"En este trabajo me planteé dividir la escenografía en dos planos, el terrenal y el celestial, que se aúnan en escena gracias al trabajo de voz y de cuerpo de la soprano. Y si hablamos de símbolos o de iconos, al igual que el de Sueña el Greco... fue el jinete bicéfalo del Apocalipsis, aquí el mural del fondo representa a un Karl Marx (icono referencial de una determinada ideología) flotando y sonriendo irónicamene en la Vía Lactea mientras el Cadillac de Judith aparece como el denominador común de una determinada cultura", afirma el pintor y escenógrafo manchego David Pérez Peco.

Judith, ¡no avanzarás!tiene una duración de 35 minutos aproximadamente por lo que la velada inaugural tendrá esta noche una segunda parte no menos interesante. En ella, el mismo Francisco Bernier interpretará por primera vez en Sevilla el Romancero Gitano de Lorca, compuesto musicalmente por el italiano Mario Castelnuovo Tedesco. El guitarrista contará con la colaboración del Coro de Cámara del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo de Sevilla dirigido por Esther Sanzo.

Cita ineludible pues con la música y la literatura. Esta noche función única en el Teatro Central a las 21:00.

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