Tribuna

Rosa aguilar

Consejera de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía

Mediación, una alternativa necesaria

Los resultados acumulados en parcelas como la laboral, la mercantil o la del consumo avalan desde hace tiempo sus ventajas de la mediación

Mediación, una alternativa necesaria Mediación, una alternativa necesaria

Mediación, una alternativa necesaria / rosell

Mañana celebramos el Día Europeo de la Mediación, una efeméride que conmemora los primeros pasos dados hace 20 años por el Consejo de Europa para avanzar hacia la resolución de conflictos por medios que superasen el tradicional recurso a la vía judicial. Aquella recomendación inicial, concretada más tarde en directivas e incorporada a nuestra Ley de Enjuiciamiento Civil, es hoy un objetivo en todo el ámbito comunitario.

Dos décadas después la Junta de Andalucía mantiene vivo su firme compromiso con los principios que promovieron esa apuesta. Lo hace porque hoy, como entonces, sigue vigente el espíritu que inspiró su razón de ser: dos partes en conflicto y con pretensiones encontradas acuerdan voluntariamente que una tercera persona cualificada, imparcial y neutral les ayude a alcanzar por sí mismas un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales. Hablamos pues de un sistema que antepone el diálogo y el encuentro, que invita a abandonar posiciones maximalistas que de otra forma conducirían a procesos con dilataciones innecesarias en el tiempo y en el que las partes participan activamente en el proceso. Los resultados acumulados en parcelas como la laboral, la mercantil o la del consumo avalan desde hace tiempo sus ventajas.

Se ha avanzado, pero queda mucho por recorrer. En Andalucía, como en el resto de España y de los países del sur de Europa, estamos aún lejos de sociedades como la escandinava, donde la cultura del acuerdo extrajudicial está asentada desde hace décadas. Coincidiendo con la reflexión que hizo el pasado octubre en Sevilla el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, tenemos ante nosotros el reto de fomentar entre la sociedad un cambio de mentalidad para que permee la idea de que la mediación también es Justicia, de que forma parte de la tutela judicial efectiva y también de que un acuerdo alcanzado entre las propias partes, que éstas se comprometen a asumir, no tiene menos valor efectivo que la sentencia de un juez. Si somos capaces de extender entre los ciudadanos ese mensaje, el de anteponer el pacto al inicio de un pleito, contribuiremos también a reducir las altas tasas de litigiosidad acumuladas en España y, en particular, en Andalucía.

En esa tarea desde la Consejería de Justicia e Interior jugamos un papel fundamental en virtud de las competencias que ostentamos para el desarrollo y coordinación de instrumentos de mediación. Y dentro de nuestra estructura, la Fundación Mediara es la encargada de canalizar las iniciativas y campañas de difusión que fomentan entre la ciudadanía las ventajas de la resolución extrajudicial de conflictos. Durante el pasado 2017 dimos un importante paso adelante con la implantación y puesta en funcionamiento en 13 sedes judiciales de Andalucía de los primeros Puntos de Información de Mediación (Pimed), con la previsión de que se incrementen en una cifra similar a lo largo de 2018. Es en esos espacios, facilitados por la Consejería, donde las partes son asesoradas sobre la vía de la mediación por alguna de las más de 80 asociaciones o colegios profesionales que ya se han adherido al programa. En paralelo, la Fundación Mediara continúa con sus labores de divulgación organizando campañas y jornadas específicas de trabajo.

Todos esos esfuerzos y los resultados acumulados durante los últimos años nos animan a pensar que la mediación está llamada a avanzar a medio plazo de la excepción actual a un recurso habitual en el futuro. Sustituir el pleito ordinario por un acuerdo entre las partes no sólo hace ganar a la Administración de Justicia en rapidez y agilidad, sino que refuerza además valores tan necesarios en las sociedades modernas como son los del entendimiento y la participación activa en la resolución de conflictos.

Para alcanzar ese objetivo necesitamos de la colaboración de todos los actores implicados: autoridades judiciales convencidas de la idoneidad del mecanismo y que deriven hacia la mediación a los propios litigantes, colegios profesionales y entidades profesionales implicadas en las tareas de asesoramiento y, sobre todo, ciudadanos que asuman que la vía tradicional de acudir a juicio no es la única alternativa.

La mediación es Justicia, y es además Justicia moderna, participativa y síntoma de una ciudadanía capaz de mejorar por sí misma la convivencia haciendo uso de los instrumentos legales que tiene a su alcance. Su difusión e implantación es una tarea que nos implica a todas y a todos, misión en la que está plenamente comprometida la Junta de Andalucía.

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