Don Juan Tenorio se pone a punto

Una intervención para solucionar los problemas en la epidermis y el pedestal. La escultura de Don Juan Tenorio que desde 1974 preside la Plaza de los Refinadores, en el barrio de Santa Cruz, se pondrá a punto. El Ayuntamiento ha sacado a licitación un contrato para restaurar el monumento realizado por Nicomedes Díaz Piquero. La Comisión Provincial de Patrimonio aprobó el pasado 17 de mayo esta actuación que cuenta con un presupuesto máximo de 7.174 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

La necesidad de acometer una restauración en la escultura del Tenorio surgió tras desprenderse un fragmento de la baldosa de granito que sirve de asiento a la figura. El pasado 19 de enero desde el distrito Casco Antiguo dieron parte a la Gerencia de Urbanismo de este hecho. Tras la visita de inspección de los técnicos se detectaron una serie de patologías que ahora serán subsanadas para preservar la obra.

El monumento presenta deficiencias de conservación tanto en el pedestal, como en la propia escultura. La baldosa rectangular de asiento de la escultura ha sufrido el desprendimiento de un fragmento de una de las esquinas y la separación de la reintegración realizada en 2010. "Ambas rupturas proceden de una deficiencia técnica en la construcción del monumento, pues al dejar libre los pernos de anclaje, se ha comprobado que éstos están realizados en hierro y no en broce. Los movimientos de expansión del metal ocasionados por el proceso de oxidación tan elevado que sufre ha motivado que se rompa la piedra", explican los técnicos en el documento.

Además, se han detectado diversas manchas de corrosión en el bronce. En el proyecto se explica que el tratamiento de protección que reciben las esculturas de bronce al final de la restauración consisten en la aplicación de diversas manos de un barniz protector compuesto por resinas acrílicas con aditivos antioxidantes en disolución con disolventes orgánicos. Pese a sus "excelentes" propiedades de resistencia, a partir de los cinco o seis años comienza a perder su eficacia, cogiendo además una tonalidad amarillenta.

Sin embargo, las manchas aparecidas en la escultura tienen una tonalidad verde y azul, "signo de que la capa de sacrificio creada por la capa de protección se ha perdido y el metal ha empezado a reaccionar frente a la incidencia directa de los agentes atmosféricos y la contaminación ambiental". La escultura también presenta importantes pérdidas materiales, como gran parte de la espada, que falta desde hace años.

El tratamiento propuesto consiste en una limpieza química de la escultura, retirando la protección mediante disolventes. Una limpieza mecánica del pedestal, eliminando los depósitos residuales fuertemente adheridos con bisturíes, escalpelos y cepillos de celdas con dureza variable, según la resistencia de la piedra. Se realizará un tratamiento de inhibición de cloruros en el bronce con citrato de amonio. Como protección final, se aplicará una resina acrílica en el bronce e hidrofugación de la superficie pétrea del pedestal.

Para solucionar el problema de construcción, se colocarán nuevos pernos de sujeción. Será necesario desmontar la figura para cambiar los anclajes de hierro por unos nuevos de bronce con la misma morfología. En cuanto a las reintegraciones necesarias, se reproducirá la baldosa de granito con las mismas características y medidas que la original. También se recuperará el volumen perdido de la espada. La ejecución material tiene un presupuesto de 5.929 euros más IVA.