Patrimonio Continúan las obras de remozado en el monumento

El dorado reflejo del pasado

  • El techo de la Alcoba Real del Alcázar recupera su policromía del siglo XVI tras una restauración · El Patronato arreglará en breve el salón del Techo de Carlos V

La restaurada policromía del artesonado de la sala principal de la Alcoba Real en el Alcázar ya luce como en tiempos del Rey Pedro I. Los trabajos de restauración fueron presentados ayer por el alcaide del Patronato del Real Alcázar de Sevilla, Antonio Rodríguez Galindo. La sala restaurada, también conocida como "dormitorio de los reyes moros" data de finales del siglo XVI y está situada en el lado norte del Patio de las Doncellas. Esta intervención, realizada por los restauradores Juan Carlos Pérez Ferrer y Sebastián Fernández Aguilera bajo la dirección de Jose María Cabeza, ha tenido un coste de 115.198 euros y una duración total de nueve meses.

La satisfacción del Patronato y el conjunto de restauradores se dejaba mezclar ayer con la algarabía de los muchos turistas que visitaban y contemplaban, en el mismo momento de la rueda de prensa, los trabajos de restauración ya finalizados. El acto fue también el debut en su cargo para el nuevo conservador del Real Alcázar de Sevilla, Antonio Balón, que accedió a este puesto el pasado junio.

Esta última tarea se suma a las llevadas a cabo en la cúpula del «de los Pasos Perdidos, el Palacio Mudéjar y el Cuarto Real Alto, cuya inversión total asciende a un millón de euros. En la sala, Antonio Rodríguez Galindo también anunció que en el último trimestre de este mismo año se iniciarán las primeras acciones para restaurar el salón del Techo de Carlos V.

Con esta reciente intervención el Patronato del Real Alcázar de Sevilla ha dado "un paso más en las tareas de restauración y conservación del Palacio Real en uso más antiguo de Europa", según el alcaide del Alcázar. La recuperación del techo supone "una nueva excusa para visitar Sevilla y, en concreto, este complejo que tanta historia alberga", comentó Antonio Rodríguez Galindo.

El alfarje restaurado posee una decoración con labor de lacería de ruedas de ocho, con casetones y otros miembros rehundidos y resuelve el encuentro con los muros gracias a tabicas y frisos, también tallados en madera y policromados.

La actuación previa a la restauración ha estado avalada por un pormenorizado estudio histórico, formal y científico del estado del techo. Tras él se comenzaron a fijar y asentar los revestimientos del mismo. El siguiente paso fue consolidar la madera y afianzar las piezas inestables, previo tratamiento de insecticidas y fungicidas que eliminaron la suciedad y los insectos que han ido deteriorando el artesonado durante siglos. Por último, la intervención culminó con la reintegración cromática, según los vestigios del siglo XVI actualmente conservados y aparecidos tras la eliminación de los sucesivos repintes.

A lo largo de 2008 se han llevado a cabo trabajos de restauración y conservación en la cúpula del salón de Embajadores. También se han restaurado los artesonados del Rey Don Pedro y el del mirador de los Reyes Católicos, que han dejado un mejor aspecto a este emblemático monumento de la ciudad.

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