En diez años, el  (IMUS) ha pasado de ser un centro de investigación "precario" y "con pocos medios" a un espacio de referencia a nivel internacional. Su director, Tomás Chacón, lo llama "la historia de un éxito", ya que el IMUS ha logrado colocar a Sevilla en el mapa mundial de esta disciplina. Hoy, este centro de investigación y su homólogo en la Universidad de Granada dan un paso más con la firma de la constitución de un centro regional de investigación, el Instituto Andaluz de Matemáticas (Iamat), una iniciativa impulsada por la Junta de Andalucía.

"En los últimos años, se ha producido un cambio de paradigma importante. Tradicionalmente, las matemáticas han sido una ciencia de ratón de biblioteca y de gente un poco loca. Existía un complejo del matemático porque se veía como una persona que no servía para nada. Con el desarrollo de la sociedad, cada vez más tecnológica, muchas empresas se están dando cuenta de que el matemático es una persona con muchas capacidades para resolver problemas", señala Tomás Chacón, especializado en análisis numérico. "Las primeras compañías que empezaron a tirar de los matemáticos fueron las empresas de consultoría hace más de 20 años. Ahora, son los bancos y las aseguradoras, todo lo que es gestión de riesgo".

El IMUS, que cumple 10 años, ha situado a Sevilla en el mapa mundial de la disciplina

El IMUS se creó en 2007 por iniciativa de un grupo de investigadores séniors que tomaron como referencia los centros de investigación de matemáticas de Alemania. Su primer director fue Luis Narváez, catedrático de Álgebra. En la actualidad, este instituto cuenta con más de 100 miembros permanentes, 30 miembros en formación y más de 25 colaboradores. Además, unos 230 investigadores de otras universidades han pasado temporalmente por su aulas en el último año. "El 70% de las colaboraciones son con investigadores extranjeros", indica Chacón en su despacho.

Para este profesor, el éxito de este centro de investigación, con sede en el campus de Reina Mercedes, se basa en la dinámica de colaboración generada desde un primer momento entre "prácticamente todos los investigadores de matemáticas de la Universidad de Sevilla, independientemente de su departamento". "Hay que tener en cuenta que el 7% de los profesores de la Universidad de Sevilla son matemáticos. Estos dan clases en muchas titulaciones, no sólo en la Facultad de Matemáticas ni exclusivamente en la rama de Ciencias. Esto ha permitido una gran transversalidad y dinamismo".

Las matemáticas están detrás de todo, especialmente en la sociedad moderna. Chacón recuerda que cualquier desarrollo tecnológico avanzado se basa necesariamente en el análisis y la modelización matemática. Un ejemplo es uno de los proyectos que tiene en marcha el IMUS con Abengoa y que consiste en posicionar de marea óptica los captadores solares para generar energía.

Tomás Chacón, director del IMUS.

El director del IMUS destaca también las investigaciones del joven profesor Francisco Gancedo en torno a la formación de singularidades de fluidos, y que cuenta con la financiación del Consejo Europeo de Investigación. Éstas están relacionadas con el análisis de la compresión de las turbulencias. "Son problemas muy difíciles y él realiza estudios básicos, pero si poco a poco avanzamos en este campo, podríamos llegar a comprender cuáles son los mecanismos de formación y desarrollo de las turbulencias, que son muy importantes para la predicción del tiempo atmosférico", explica el director del IMUS. "Imagínate que fuéramos capaces de predecir el tiempo de un año. Con esa información, podríamos contrarrestar los efectos de la sequía, programar riesgos o evitar muertes".

El IMUS tiene dos grandes líneas de investigación, por un lado los estudios basados en las matemáticas puras y aspectos básicos y más teóricos de esta disciplina y, por otro, lo que se conoce como ciencia aplicada. En este sentido, destacan tres campos: matemáticas medioambiental, biomatemática y matemáticas industrial.

Dentro del área medioambiental, destaca un estudio de modelización matemática de tsunamis, riadas o avalanchas. "Lo que se estudia es cómo simular con un ordenador con la mayor precisión posible un tsunami. Esto te ayuda a determinar posibles alturas a la que puede llegar la ola, lo que te ayuda a prevenir riesgos".

En el campo de la biomatemática, Tomás Chacón resalta las investigaciones sobre la dinámica fractal de la consciencia, que tiene como fin comprender cómo funciona el cerebro, y la modelización del crecimiento de tumores. "Esto es muy útil, ya que podríamos saber cómo aplicar un tratamiento de la manera más óptima posible para reducir el tumor, dañando el menor tejido sano posible", indica.

Actualmente, hay en marcha en el IMUS, con financiación competitiva, en torno a 25 investigaciones diferentes, "un número muy alto en comparación con otros institutos similares españoles". Gracias a estos estudios matemáticos, la Hispalense se sitúa entre las 100 primeras universidades del mundo en esta disciplina en el ranking internacional de Taiwán, y entre los 50 primeros puestos de la clasificación de Shanghái, según indica Chacón.

Con el fin de ganar en competitividad, el IMUS y el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Granada (IEMath-GR) han decidido unir fuerzas y crear un único instituto de investigación de matemáticas regional, que tendrá dos sedes, una en Sevilla y otra en Granada. El nuevo centro aspira a conseguir una acreditación como Unidad de Excelencia María de Maeztu en la próxima convocatoria.

Las dos universidades implicadas en el proyecto firman este viernes el acuerdo de constitución dentro de los actos programados por el décimo aniversario del IMUS, que contará con la presencia de reconocidos matemáticos internacionales, como Pierre-Louis Lions, Medalla Fields en matemáticas en 1994 por sus trabajos sobre la Ecuación de Boltzmann, que modela la evolución de sistemas termodinámicos; y Gerhard Frey, Medalla Gauss, y uno de los matemáticos más famosos del mundo.