Sevilla FC

Con los buenos, orden, intensidad y convicción

  • Agresivo en la presión y vertical e inteligente arriba

Con los buenos, orden, intensidad y convicción

Con los buenos, orden, intensidad y convicción

Lo del Wanda Metropolitano, tal y como predijo Montella, puede ser la base de un trayecto distinto. El napolitano eligió a los mejores, con permiso de Ben Yedder, para jugar a domicilio, los ordenó en ese ya definidísimo 4-4-2 en fase defensiva, les apretó las tuercas de la intensidad y la convicción de los jugadores hizo el resto. Bueno, la convicción y la calidad para romper como hizo Sarabia desde la derecha, primero con un exquisito pase interior a Corchia y luego con un eslalon y un tiro a la escuadra contraria con la diestra tras un robo adelantado del lateral.

Con esas premisas y el mismo once que ante el Atlético de Madrid, el Sevilla aguantó el pulso inicial de la batalla de la intensidad con un agresivo Espanyol. Firme en defensa, yendo como leones a cada reunión, a cada cobertura, tirándose al suelo para bloquear centros o disparos, haciendo sagrado el terreno propio, el Sevilla apenas sufrió un centro de Dídac que remató fuera Gerard Moreno antes de definir el partido gracias a esa acción de calidad entre Sarabia, Corchia y Correa que convirtió en gol Franco Vázquez. Y luego se remangó. Sólo el desfondamiento de Banega lo hizo dudar.

Defensa

Con Mercado se ha solidificado una línea en la que Corchia crece y Lenglet y Escudero acentúan su competitividad. La basculación y las ayudas de los cuatro por delante, Sarabia, N'Zonzi, Banega y Correa, fue fundamental. El Sevilla no regaló ni un metro, ni un balón dio por perdido, haciendo del esférico un tesoro, yendo a evitar córneres incluso, con intensidad, con agrevisividad. Arriba, Franco Vázquez y Muriel presionaron con orden; el primero de delante hacia atrás, ayudando a la medular, y el segundo de banda a banda, estorbando la salida limpia.

Ataque

Terminar los ataques es una premisa clave y para ello es fundamental pisar área con hambre. Lo hicieron los cuatro futbolistas de arriba, ayudados sobre todo por los desdobles de Corchia. N'Zonzi y Banega distribuyeron casi sin mirar porque sabían dónde estaba cada pieza y el Mudo fue una referencia siempre en los tres cuartos.

Virtudes

Ordenamiento táctico y verdad en cada acción.

Talón de aquiles

El sobreesfuerzo de Banega.

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