Al Sevilla hay que reconocerle que ha sabido encauzar el rumbo justo a tiempo con una clasificación europea que aminora los efectos de una temporada de difícil clasificación, con el hito de los cuartos de final de la Liga de Campeones y la sonrojante derrota en la final de la Copa del Rey. El Sevilla del mayor presupuesto de la historia, un presupuesto acorde a su crecimiento y a su establecimiento durante tres temporadas consecutivas en la Liga de Campeones, encontró el premio menor de la Liga Europa gracias a la oportuna y urgente irrupción de Joaquín Caparrós. El utrerano ejerció de reanimador de un equipo muerto que llevaba nueve partidos sin ganar desde el memorable triunfo en Old Trafford. Y en tres partidos logró la meta.

Fue la solución de urgencia que encontró José Castro, quien ya había planificado con su paisano el regreso al club en un puesto vinculado a la gestión deportiva en un departamento cercano al presidente y paralelo a la dirección deportiva. Y ha sido una solución acertadísima, a tenor de los resultados: con una jornada de antelación, evitando el sufrimiento agónico de la última jornada, Caparrós ha metido al equipo en Europa. Lo ha hecho en apenas semana y media, en dos semanas para ser más exactos, pues cogió las riendas del equipo el domingo 29 de abril, día en que fue presentado por la mañana y dirigió el primer entrenamiento por la tarde, y concluyó su efímera obra el sábado 12 de mayo con el empate en el derbi que significó la clasificación matemática del equipo para la Liga Europa como séptimo. Eso sí, el Sevilla tendrá que empezar muy temprano a competir, al ingresar en el torneo europea por la puerta chica, teniendo que disputar dos rondas clasificatorias (la Q2 y la Q3) y el play off.

Será la primera vez que el Sevilla tenga que jugar tres eliminatorias antes de la fase de grupos, aunque no es extraño a este tipo de eliminatorias. Las ha disputado en diferentes épocas, desde Juande Ramos (Mainz 05) hasta Unai Emery (Mladost Pogdorica y Slask Wroclaw), pasando por Marcelino, que cayó en el play off ante el Hannover 96 en agosto de 2011, un año después de la también temprana eliminación de la Liga de Campeones en la misma instancia por parte del equipo de Antonio Álvarez ante el Sporting de Braga. El último precedente fue las dos rondas que disputó en el verano de 2013, empezando el 1 de agosto ante el Mladost Podgorica una competición que terminaría ganando en Turín el 14 de mayo de 2014, hoy se cumplen cuatro años.

Esta temporada será la que empezará antes en Europa: la ida de la Q2 está prevista para el 26 de julio, cinco días antes de aquel precedente con Emery en 2014. Es decir, que el club, en la obligada reestructuración que tiene que acometer, debe montar un equipo competitivo en menos de dos meses y medio. Y para ello resulta positivo algo que destacó Caparrós tras el empate en el Benito Villamarín. "Era impensable ir a nuestro campo la última jornada con chanclas. Le ganamos una semana a la planificación futura y sabemos de sobra que eso es un mundo", dijo el utrerano para destacar su logro tras ganar a Real Sociedad y Real Madrid y empatar con el Betis en semana y media y tras reconstruir un equipo que estaba moribundo.

El último partido ante el Alavés sobra a efectos clasificatorios y el club ya está trabajando, a marchas forzadas, en la planificación: darle el sitio idóneo en el club a Caparrós, reubicar a su ayudante Luci, la elección del director deportivo y, posteriormente, la del entrenador. La reestructuración de toda el área deportiva que anunció José Castro también debe implicar al Sevilla Atlético tras su descenso a Segunda B, un asunto relacionado con el primer equipo vista la importancia que Caparrós quiere darle a la cantera.

Y luego será la hora de reconstruir una plantilla en la que hay exceso de fichas (Carole y Ganso ya eran excedentes desde enero), una edad media elevada y muchas incógnitas por resolver, desde la recolocación de fichajes que no han rendido hasta la resolución de opciones de compra, la rescisión de contratos de futbolistas que ya no cuentan, los refuerzos necesarios en todas las líneas y las posibles ventas millonarias de los futbolistas con más cartel. Todo eso debe hacerlo el Sevilla desde ya, con o sin Mundial. En dos meses y medio rueda el balón...