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La mediocridad también es táctica

  • Montella no sólo no hace reaccionar a su equipo, sino que alimenta más las dudas

  • Reservar piezas para el Atlético se traduce en jugadores con escaso nivel y la ausencia de su propia idea

Las imágenes del Alavés-Sevilla

Las imágenes del Alavés-Sevilla / EFE

El Sevilla tiene un problema serio. Quedó constatado, por si había alguna duda, en un escenario de esos en los que tradicionalmente este equipo se acaba empequeñeciendo ante cualquier imprevisto. Frente a un equipo en descenso y que se agarra a un clavo ardiendo, demostró en Mendizorroza lo que ahora mismo es: una plantilla mal confeccionada, con varios jugadores sin nivel para aguantar la exigencia de este club y al mando de un entrenador que da la sensación de no conocer siquiera a sus futbolistas, mucho más del fútbol español. Si la filosofía del Atlético de Simeone, del cholismo como confesó en rueda de prensa, la ha tenido que leer, ¿qué decir de su conocimiento de un rival como el Alavés?

Más allá de la falta de carácter, el Sevilla se encorsetó en Vitoria con dos medios centro sin salida, con tendencia a pegar el culo a una defensa que retrocedió unos metros con respecto a las tres primera citas con Montella, con un Banega que no aguanta tantos partidos en tan poco espacio de tiempo y unas alas (Jesús Navas y Nolito) sin fuerzas para desbordar a cualquier lateral de la Liga española.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Defensa

Montella se salió de su guión, reservó a determinados jugadores para la Copa con el Atlético y debilitó de esa forma a su equipo inicial. En defensa, por ejemplo, Mercado suplió a Corchia y, aparte de no tener proyección en ataque, sufrió una enormidad con Alfonso Pedraza. En la izquierda, por "precaución médica", se quedó en Sevilla Escudero y Carole volvió a demostrar que es un futbolista del montón, sin entidad para la exigencia del Sevilla.

En el centro Kjaer y Lenglet echaron de menos a un jugador por delante de ellos que tuviera personalidad para tirar la línea más arriba, ya que Geis y Pizarro hicieron su función pero no tienen la capacidad para estirar al equipo con la circulación y la posesión de la pelota.

Ataque

Como Banega en fase defensiva se alinea en 4-4-2 junto al delantero, la excesiva distancia entre los pivotes y el argentino a la hora de crear fue decisiva. Además, el diez sevillista acumula demasiados esfuerzos y no tiene un físico precisamente hecho para eso. Se antoja el futbolista que más debe cuidar Montella.

En las alas ni Jesús Navas ni Nolito tienen hoy día fuerza para arrancar y librar un duelo en carrera con un rival. El sanluqueño, además, muy desafortunado en la toma de decisiones, extrañamente acabó el partido cuando siempre ha dejado patente que su físico sólo le da para 50 minutos ó 60, no más.

Sólo acciones de Geis en el inicio, con intentos de jugar al primer toque y balones largos que rompían líneas, trataron de llevar el juego a algo vertical. El resto fue un quiero y no puedo general y el resultado fue casi ni un acercamiento a la portería de Pacheco.

Virtudes

Las maneras y las ganas de Geis.

Talón de aquiles

Las decisiones del banquillo no transmitieron nada. El Sevilla no trató de alterar el guión del partido nunca y los cambios no sirvieron para ganar ni profundidad, ni toque ni mayor presencia con el balón.

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