Otra vuelta de tuerca a la apuesta del balón

sevilla f.c.

Arias ofrece a Berizzo una plantilla más técnica que física y con calidad

De Banega y Muriel a Carole, que no jugará Champions, fuertes contrastes

Luis Muriel posa con Óscar Arias a su llegada a Sevilla.
Luis Muriel posa con Óscar Arias a su llegada a Sevilla. / Juan Carlos Muñoz
Eduardo Florido

Sevilla, 03 de septiembre 2017 - 02:37

Eduardo Berizzo está encantado en el Sevilla. Lo está por varios factores: el ambiente de fútbol que se respira en el estadio, en la calle; la forma de trabajar de los ejecutivos y la plantilla de empleados y técnicos; el obvio salto cualitativo que da en su carrera y el reto que supone para él...; y la plantilla que le ha puesto en sus manos Óscar Arias. En el superinflado mercado actual, con ese grosero dintel de los 222 millones que el PSG ha pagado por Neymar, el Sevilla ha sabido andar uniendo su habitual línea de austeridad con una fuerte apuesta que lo sitúa en un tope histórico. Cerca de 70 millones de euros se ha gastado en traspasos sin contar las opciones de compra de Lionel Carole (3,5) y Johannes Geis (8). Además, ha firmado a un jugador que ha llegado como agente libre, Jesús Navas. Y en esos 70 kilos está incluido el fichaje más caro de la historia del club: los más de 20 que pagará por Muriel, la gran apuesta de Óscar Arias.

Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Departamernto de Infografía
Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Departamernto de Infografía

Con ese dinero y con la ardua labor del director deportivo y de la cúpula ejecutiva durante un verano muy complicado por varios factores, entre los que destaca la espantada de Vitolo, en manos de Berizzo han puesto una plantilla con fuertes contrastes entre la ilusión y la apuesta por la calidad, con los nombres propios de Jesús Navas, Nolito, Banega, el propio Muriel, y las incógnitas que dejan otros fichajes como Corchia y, sobre todo, Lionel Carole. En medio, hay otros futbolistas de perfil medio alto que han aterrizado bien en Nervión: Pizarro y Kjaer. Y otro melón por calar como es Johannes Geis, un futbolista que responde al denominador común de la calidad.

La gestión del lateral izquierdo, reclutado al final y sin sitio en la Champions, lo negativo

La verdadera revolución se produjo el año anterior, cuando, de la mano de Jorge Sampaoli, el Sevilla dio el giro hacia la calidad sobre lo físico. Y ahora ha dado otra vuelta de tuerca. Porque si hay una premisa que ha seguido la dirección deportiva sevillista a la hora de configurar la plantilla ha sido la de la primacía de la técnica sobre la fuerza, sin desmerecer la capacidad de futbolistas como Pizarro, con evidente inteligencia táctica, o Kjaer, Muriel, un delantero potente además de técnico, o el mismísimo Jesús Navas, cuyo regreso le ha dado un toque emotivo a la idea de equipo planeada por los técnicos.

Casi se podría decir que en la actual plantilla del Sevilla no hay ningún futbolista que destaque más por el físico que por la técnica, hasta el punto de que hay quien ha echado en falta algún jugador del perfil de Krychowiak. Ni siquiera N'Zonzi, cuya continuidad puede considerarse la guinda que no hubo en forma de delantero, es un jugador de fuerza, pese a su altura. Tampoco lo es Corchia, Pizarro, Geis, Nolito... o Banega, llamado a liderar el juego de combinación y dominio de la pelota.

Y esta realidad ha podido influir en la imagen del equipo en los cuatro primeros partidos oficiales. En Estambul sufrió para imponer su juego bajo el aguacero, como también le fue imposible imponer su calidad en el cuerpo a cuerpo que propuso el Getafe en el otro partido a domicilio. Para que esa apuesta por la calidad cuaje, Berizzo aún debe ajustar una plantilla que está pensada para adecuarse a su dibujo de 4-3-3. De ahí que esté justificado el fichaje de tres defensas, tres mediocampistas y tres atacantes, a pesar de que cuente con sólo dos delanteros centro y de que la afición pidiera otro más. El Sevilla peinó el mercado en busca de ese otro punta que aportase desmarques, potencia, referencia y pugna con los centrales. Preguntó por muchos y contactó con otros: Bacca, Jovetic, Martial, Batshuayi, Lucas Pérez... Y no cuajó ninguno.

Es el principal pero que el aficionado de a pie le pone a la planificación. Aunque quizá lo más grave sea la forma en que se ha gestionado una posición definida por el propio Arias y también por Berizzo desde el principio como fundamental, la del lateral izquierdo. Luna, Amavi, Arana, Zeegelaar, Alberto Moreno, Masina... Muchos fueron los futbolistas por los que preguntó o negoció el Sevilla, que al final sólo pudo traerse cedido a Lionel Carole, a quien, para más inri, dejó fuera de la lista de la Champions. Y eso sí es un lunar y un aspecto negativo que tiene difícil explicación. Ahí los técnicos deben responder.

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