Sociedad

¿Cómo afectan las discusiones de los padres a los niños?

Lo ideal es resolver un enfrentamiento desde el respeto y la cordura

Lo ideal es resolver un enfrentamiento desde el respeto y la cordura / Caleb Woods

Que una pareja discuta puede estar dentro de lo “normal”, pero hacerlo delante de los hijos puede causar un daño a su salud mental, ya que son los más vulnerables del entorno familiar. Es por esto que las situaciones de discusión y conflicto entre los padres pueden causarles problemas de estrés. Dichos enfrentamientos pueden afectar al desarrollo cognitivo y cerebral de los niños, según algunos estudios.

Los desacuerdos entre las parejas son algo que puede surgir en momentos puntuales, ya que no siempre se puede tener la misma opinión sobre algún tema o situación determinada. El problema se encuentra en cómo se abordan dichos enfrentamientos o desacuerdos, lo ideal y más correcto es hacerlo desde el respeto, que el enfrentamiento se convierta en un intercambio de opiniones y no en una batalla campal con gritos y violencia.

Cuando las discusiones son frecuentes y además conflictivas, pueden dejar una huella bastante desfavorable en los niños que las presencian. Sin embargo, si los pequeños presencian una discusión que se aborda desde el respeto y la cordura, los niños que la presencian puede convertirse en un modelo de cómo resolver y gestionar un desacuerdo en un futuro.

Los matrimonios o parejas que tienen problemas por resolver, deben saber que los hijos perciben la tensión que hay entre ambos. Por ello es recomendable solucionar los problemas y diferencias en un lugar apropiado, a ser posible nunca delante de los niños, ya que estos se sienten frustrados y culpables por no poder hacer nada ante esa situación.

En la Universidad de Cambridge se han realizado estudios en los que se han intentado delimitar la influencia de los conflictos familiares en los niños. El objetivo de las investigaciones era saber cómo afectan dichos conflictos en el desarrollo cerebral, especialmente en los periodos más sensibles del desarrollo y así poder definir el estrés que puede sufrir los niños, ya que en ocasiones puede desencadenar en un patrón de conductas conflictivas.

Un estrés continuo en un niño puede desencadenar problemas en su desarrollo y rendimiento cognitivo. Esto puede suponer una disminución en capacidades como la concentración, la atención y la resolución de conflictos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios