El avance desde Italia a Francia del "ébola del olivo" desata las alarmas
Sanidad vegetal
Las barreras sanitarias no han funcionado en Italia, donde la plaga ha arrasado los árboles. También se ha detectado en el país vecino, por lo que urge cerrar la frontera al material vegetal de las zonas infectadas.
La enfermedad se llama xylella fastidiosa y la causa una bacteria a la que los científicos han apellidado "fastidiosa" por las dificultades que les crea para los manejos en el laboratorio. De momento, no hay cura ni métodos de lucha contra la plaga excepto la quema de cualquier material contaminado. Los periodistas la han bautizado como el "ébola del olivo" porque ha arrasado los olivares del sur de la región de italiana de Apulia, donde por primera vez se la detectó en Europa.
Por su causa han muerto cerca de un millón de árboles en el sur del país transalpino, donde hay 250.000 hectáreas acordonadas y se está procediendo a la quema de olivares. Pese a ello, ha saltado a Brindisi y luego a Francia. Pero no sólo arrasa olivares, también infecta almendros, vides, frutales… De hecho, en Sudámerica el gran problema es que arrasa frutales y sobre todo cítricos. Su expansión puede ser un auténtico desastre económico para la agricultura europea y no digamos para España, el primer productor mundial de aceite de oliva. Por eso, agricultores y científicos han dado la voz de alarma y piden un cordón sanitario que evite la entrada de la plaga.
Las organizaciones agrarias ya están poniendo el grito en el cielo ante la lentitud de Bruselas para tomar medidas que impidan el avance de esta plaga tan peligrosa. Piden barreras sanitarias, prohibiciones de importación de material vegetal de las zonas contaminadas y que se refuercen de manera urgente todas las investigaciones que puedan llevar a encontrar una forma de luchar contra una enfermedad que puede se tan letal para muchas de las más importantes producciones europeas, como lo ha sido el picudo rojo en el caso de las palmeras.
Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Comité Consultivo de aceite de oliva y aceituna de mesa de la Unión Europea (UE) y representante de Cooperativas Agroalimentarias, es pesimista sobre las posibles soluciones a este problema que se nos avecina y del que "hay poca información y poco conocimiento, pues es una enfermedad que no teníamos, que ha venido de fuera y que por tanto conocemos mal". En su opinión, "ponerle límites va a ser complicado". Pese a ello, asegura que es "muy urgente que la UE tome decisiones ya y establezca todos los cordones sanitarios y todos los protocolos que sean necesarios para evitar que se propague".
Una de las medidas más importantes es prohibir el movimiento de material vegetal desde las zonas contaminadas. Francia, que le ha visto los colmillos al lobo, no ha esperado a que la burocracia de Bruselas se decida. Ha tomado medidas unilaterales y ha cortado por lo sano con el material vegetal italiano. La medida ha levantado grandes protestas en Italia, lo que puede estar ralentizando la toma de decisiones en la UE. Hay que tener en cuenta que cuando se habla de prohibir el movimiento de material vegetal no sólo se habla de olivos, sino de todo tipo de plantas, incluidas las ornamentales que ya son un valor en sí mismas.
El ministro francés de Agricultura, Stéphane Le Foll, explicó la decisión de Francia de prohibir el movimiento de material vegetal italiano diciendo que "Europa debe tomar decisiones sobre la importación" para evitar la propagación de esta enfermedad, establecer protocolos para tratarla y conceder ayudas a los agricultores italianos afectados, porque "están en una situación catastrófica" que "no quiero para Francia". De momento, España no ha tomado ninguna decisión a nivel nacional y está esperando que la UE tome medidas generales, aunque desde el Gobierno no se ha descartado hacerlo si la actuación comunitaria se retrasa.
Uno de los aspectos que se sabe de la xylella fastidiosa es que hay 312 plantas, muchas de ellas ornamentales y habituales de la jardinería, que pueden ser "huésped" de la bacteria. De hecho, se sospecha que su introducción en Europa ha venido de mano de plantas ornamentales procedentes de Costa Rica.
En Andalucía, una de las organizaciones que ha tomado la iniciativa desde el primer momento para advertir del peligro de la xylella fastidiosa ha sido Asaja Córdoba, que incluso organizó recientemente una conferencia internacional al respecto. Carlos Molina, secretario general de esta organización, recuerda que se ha pedido a la Consejería andaluza que inste al Ministerio a cerrar fronteras, como ha hecho Francia. De hecho, Asaja Córdoba ha venido alertando en los últimos meses a las distintas administraciones y a los agricultores de los estragos que está causando la plaga en Italia; urgen al Gobierno a que cierre sus fronteras a las importaciones de material vegetal de zonas afectadas, lo que serviría, además, de "llamada de atención" para concienciar a todos de los posibles riesgos. Destacan que en Italia hay 250.000 hectáreas bajo un cordón de protección y miles de olivos se están arrancando, y que, a pesar de ello, ha llegado a la zona de Brindisi, saltando el límite de seguridad trazado en Apulia, la primera región infectada. Molina recuerda que en Córcega (Francia), también se ha detectado recientemente la bacteria en olivos para jardinería en grandes superficies y más recientemente en material vegetal ornamental en París.
Precisamente por la facilidad con que puede entrar la bacteria por las fronteras -recordemos que hay 312 plantas que le sirven de huésped es decir que pueden ser portadoras- Asaja reclama que se prohíba la importación de cualquiera de esas plantas que tenga procedencia de países en los que se sabe que está la enfermedad. En este sentido, Carlos Molina se pregunta cuál es la seguridad que hay ahora mismo y que medidas preventivas se están tomando, y sobre todo quién y cómo controla de donde vienen las plantas que se venden en las grandes superficies, en los mercadillos o en los viveros. "Las plantas que se venden aquí pueden además haber entrado desde América, no sólo por la frontera española, también por Holanda o cualquier otro sitio", afirma.
La investigadora Blanca Landa, especialista en control integrado de enfermedades y que ha visto in situ los efectos de la enfermedad en los olivares italianos explicaba recientemente en una entrevista que su impresión al ver el estado de los olivares italianos contaminados fue "un verdadero shock, ya que, aunque te haces una idea de lo que puede suponer en base a lo que lees y te cuentan los colegas Italianos, hasta que no lo visitas y ves la magnitud de devastación de plantaciones enteras centenarias y la rapidez con la que se ha extendido por toda la provincia de Lecce no te haces una idea de la catástrofe que podría suponer en caso de que se extienda a otras zonas olivareras del Mediterráneo".
También explicaba que la bacteria la transmiten insectos voladores que chupan la planta y la infectan. Y precisamente este modo de transmisión es lo que hace tan difícil el controlar su expansión. De hecho, según esta experta, hay más de 30 insectos que pueden trasmitirla y muchos de ellos son comunes en las zonas de cultivo y en la vegetación silvestre. Además, una vez que el insecto está infectado con la bacteria la transmite a cualquier planta en la que se pose para alimentarse. "Por eso -afirma la investigadora- en Italia se ha detectado ya no solo afectando a olivo sino también cerezo, almendro, adelfas, etc.".
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