Innovación agroalimentaria
Lanzamos nuestros premios para buscar talento
La Voz Invitada
Hace cuatro décadas Huelva era una provincia con una ganadería con circuitos comerciales arcaicos, poca estructura y no muy profesionalizada. Los ganaderos del territorio trabajaban en un entorno único como la dehesa, condición que otorgaba -y otorga- a sus producciones una calidad inigualable. Este valor añadido, en cambio, no se reflejaba en el plano comercial, en el que la falta de organización del sector suponía un hándicap.
Conscientes de este freno, nueve ganaderos de la zona nos reunimos hace ahora 40 años para constituir la primera –y hasta la fecha, la única- cooperativa ganadera de Huelva: primero Copreonuba, después Ovipor. Con esta unión, los productores (todos de ovino) buscábamos mejorar la comercialización de nuestras producciones, bajar el coste de los inputs e impulsar la formación y la información para obtener mayor rentabilidad con el objetivo de mantener vivas nuestras explotaciones.
Pronto entendimos las palabras del filósofo romano Salustio: “Concordia res parvae crescunt”. La unión hace la fuerza. Comprendimos que para ser grandes debíamos sumar esfuerzos, que en nuestro grupo tenían cabida otras producciones ganaderas de la provincia. Así que diversificamos e incorporamos porcino, caprino y bovino a nuestra oferta.
El trabajo, el esfuerzo, la colaboración y la pasión por la ganadería y la dehesa han marcado nuestro camino a lo largo de estos años. Como también lo ha hecho la dimensión. El avance del sector agroalimentario pasa necesariamente por una mayor organización. La unión del esfuerzo permite abordar con mayor solvencia los mercados, especialmente los internacionales, pero también allana el camino de la innovación, amplifica las oportunidades, refuerza las estructuras empresariales y permite obtener mayores beneficios para las personas asociadas a las cooperativas.
Sin embargo, lejos de las fusiones o la integración, en Ovipor hemos configurado un modelo propio, adaptado a las necesidades de nuestros más de 800 asociados y basado en la participación en grupos cooperativos, pero sin perder nuestra identidad ni la singularidad de nuestra ganadería extensiva.
Ovipor es, a día de hoy, la única cooperativa española integrada en tres Entidades Agrarias Prioritarias, como son las andaluzas Covap y Dcoop y la extremeña-andaluza EA Group, grupo en cuyo nacimiento participamos activamente, al igual que en la creación de la sección de caprino en Dcoop.
A través de la cooperativa cordobesa Covap gestionamos el consumo de pienso, casi desde nuestros inicios, y comercializamos los cerdos ibéricos. Estas alianzas nos aportan la tranquilidad de formar parte de los grupos cooperativos líderes en España y Europa en sus respectivos sectores (ovino, lana, leche de cabra, ibérico, etc).
Además, el grupo Bovies, formado por doce cooperativas extremeñas y andaluzas, se encarga del negocio de los terneros y las vacas de nuestros socios. Cuarenta años después podemos decir que esta fórmula de alianzas e integraciones parciales ha sido un éxito y es un modelo atractivo. Entre nuestras filas no sólo contamos con explotaciones onubenses, también otras afincadas en Sevilla y Badajoz, a lo que habría que sumar la colaboración con ganaderos del Alentejo portugués.
Nuestra propuesta también es un atractivo para las futuras generaciones. El relevo generacional es una de las lacras del sector agrario. En nuestra cooperativa, por ejemplo, el 80% de los titulares de las explotaciones superan los 60 años. La escasa rentabilidad de la actividad suele alejar a los jóvenes de nuestro entorno rural. Sin embargo, contar con el respaldo de un proyecto sostenible, tanto en lo económico como en lo social, se ha convertido en un aliciente para muchos jóvenes que sí que ven en el campo un futuro laboral.
Si bien la supervivencia del sector no depende única y exclusivamente de nuestro trabajo. Los agricultores y los ganaderos necesitamos el respaldo de las administraciones públicas, empezando por la simplificación de los trámites burocráticos y terminando con la configuración de una normativa coherente con los beneficios que aporta al territorio la actividad agraria.
¿Qué sentido tiene predicar en el estrado sobre la España vaciada si después el hemiciclo aprueba una ley que nos desprotege del mayor depredador de nuestros animales, nuestro sustento? Para garantizar el medio rural, primero hay que facilitar las condiciones de vida y de trabajo a sus habitantes. Impulsar buenas infraestructuras y servicios para fijar la población a los pueblos y proteger a aquellos agricultores y ganaderos que mantienen nuestros campos y nuestros montes limpios y vivos.
Tenemos la esperanza de que la nueva Política Agraria Común abrazara por fin nuestra ganadería, nuestro modelo único basado en la dehesa, un sistema alineado a los principios recogidos en el Pacto Verde de Bruselas. Sin embargo, los últimos planteamientos indican que la estructura de ecoesquemas tampoco van a recoger los anhelos de nuestros ganaderos ni van a contemplan una mejor situación financiera para esta ganadería que tantos beneficios sociales, medioambientales y económicos tiene para el territorio en el que se asienta.
Precisamente, el papel de nuestra ganadería extensiva en el futuro marco de la PAC, la integración comercial y el modelo cooperativo serán cuestiones que analizaremos el próximo 11 de noviembre en Aracena, en un evento con el que queremos cerrar estos primeros 40 años de historia de la mano de grandes figuras del cooperativismo agroalimentario y con el respaldo de las principales administraciones. Un acto en el que expondremos la importancia de la actividad agraria para mantener viva nuestra Andalucía.
También te puede interesar
Lo último