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Olivar
Asaja Sevilla se ha encargado de desgranar las novedades que los olivareros se encuentran ya debido a la entrada en vigor de la nueva Política Agrícola Comunitaria (PAC).
Para ello celebró la Jornada “Desafíos del sector del olivar frente a la nueva PAC 2023-2027”, en la que el coordinador de la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Armando Martínez, habló sobre la aplicación de los eco regímenes en el olivar y el régimen de ayudas, y partiendo de la base de que la nueva PAC es “muy compleja y aún no está desarrollada toda la normativa”, hizo hincapié en que “recibir un buen asesoramiento será clave”.
Agregó que el nuevo modelo de ayudas directas de la PAC se repartirá entre los eco regímenes, que sustituyen al pago verde y supondrán el 27% de las ayudas (1.107 millones de euros); el pago redistributivo, que supondrá un 12% (482 millones de euros), y la ayuda básica a la renta, que sustituirá el pago básico, supondrá un 61% (2.453 millones de euros) y estará repartido sólo entre 20 regiones, frente a las 50 regiones actuales.
Uno de los grandes desafíos que encontrará el olivarero será cumplir con las nuevas obligaciones y los numerosos requisitos que se le exigirán y que Armando Martínez simbolizó como “tres puertas que tendrá que atravesar”, siendo estas cada vez más estrechas.
La primera puerta serán los requisitos obligatorios que exige la normativa medioambiental o la seguridad alimentaria (inscripción en el registro de explotaciones, uso de fitosanitarios autorizados, uso del agua o de los fertilizantes, normativa laboral, fiscal…), a los que se sumarán el año que viene otros nuevos como el cuaderno electrónico de explotación, el proyecto de RD de nutrición sostenible de suelos, el proyecto de RD para el uso sostenible de fitosanitarios o la nueva Ley de Residuos (prohibición de quemas de residuos agrícolas).
La segunda puerta serán los requisitos comunes destinados a conseguir ayudas, que también incorporarán muchas novedades (agricultor activo, condicionalidad reforzada y la condicionalidad social), y por último los requisitos para conseguir las ayudas específicas.
Como ya avanzó en su exposición Armando Martínez, con la nueva PAC entrarán en vigor los eco regímenes destinados a la implantación de cubiertas vegetales vivas e inertes.
Por ello, aunque actualmente de las 2.772.445 hectáreas de olivar que hay en España, sólo un tercio (un 29%, 790.000 ha) cuenta con cubiertas vegetales -de las que sólo un 0,3% (9.031 ha) son sembradas-, se espera en 2023 un salto exponencial en la superficie de olivar y otros cultivos leñosos que hagan un manejo de suelo basado en la implantación de dichas cubiertas, ya que permiten mejorar la calidad del suelo y optimizar los rendimientos de los cultivos, y en el caso de los cultivos leñosos, facilitan el secuestro de carbono y evitan la erosión, problema éste último muy grave en el Sur de Europa y especialmente en España, donde se pierden de media anualmente 30 toneladas por hectárea de suelo agrícola.
La puesta en marcha del proyecto Monitorización, optimización y valorización del capital natural en el cultivo del olivar en producción integrada en Andalucía (proyecto Biolivar) quiere aportar su granito de arena en la consecución de estos objetivos.
Dicho proyecto, que presentó durante el encuentro el investigador del Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC) José Alfonso Gómez, ha sido impulsado por Asaja-Sevilla y cuenta con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del Instituto de Agricultura Sostenible y la Estación Biológica de Doñana, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Estepa, Evenor-Tech, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Jaén, Syngenta y Asaja-Andalucía.
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