La Policía Nacional asestó el martes un importante golpe a una banda de aluniceros que tenía su base de operaciones en una nave industrial de Alcalá de Guadaíra. Los agentes recuperaron cuatro coches robados que estaban guardados en este edificio y que presuntamente se estarían utilizando para cometer varios robos con fuerza en comercios mediante el método del alunizaje en las últimas semanas.

La operación policial se produjo durante la mañana del martes en la calle Cristalería, una de las vías principales de un pequeño polígono industrial ubicado en el término municipal de Alcalá de Guadaíra, junto a la barriada de La Liebre y lindando con la SE-40. Sobre las diez de la mañana, varios patrulleros de la Policía entraron en la nave número 82 de esta calle, situada en un extremo de la misma. Allí encontraron cuatro vehículos sustraídos y útiles y materiales empleados para la comisión de los robos.

Una persona que trabaja en una nave cercana aseguró este miércoles a este periódico que la Policía estuvo en la nave aproximadamente dos horas durante la mañana del martes. Entre los coches que retiraron había dos de alta gama, un BMW 350 y un Audi, así como otros dos vehículos más que el testigo no pudo precisar la marca ni el modelo. La puerta de la nave permanecía forzada y cubierta con un precinto de la Policía Nacional.

La nave en la que se hallaban los coches sustraídos.

Queda ahora un trabajo de investigación para tratar de llegar hasta los aluniceros que disponían de esta nave como centro de operaciones. Existen varias bandas de aluniceros asentadas en Alcalá de Guadaíra, en barrios próximos al polígono industrial Cristalería, como La Liebre, y en otras zonas del municipio como Rabesa. En las últimas semanas se han registrado varios robos con fuerza mediante el método del alunizaje en distintos comercios de la provincia de Sevilla.

Las tiendas de telefonía móvil son, en estas fechas próximas a la Navidad, los establecimientos preferidos por los aluniceros, que buscan teléfonos móviles de gama alta que puedan luego revender en el mercado negro a buen precio. Lo mismo ocurre con las perfumerías. También los almacenes de embutidos y quesos han sido, en años anteriores, víctimas de estos robos en las semanas antes de Navidad.

Una tienda de telefonía móvil de Nervión sufrió un alunizaje hace unos días.

Con coches como los recuperados en la nave de Alcalá de Guadaíra, los aluniceros revientan los escaparates y las persianas de seguridad de las tiendas. Lo hacen dando marcha atrás hasta fracturar los cristales o desencajar las rejas de sus guías. Si se encuentran con barreras antialunizajes, optan por romper el escaparate con una maza. Luego se dan a la fuga con el género robado en los vehículos más potentes.