El pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Bormujos entre el PSOE y Ciudadanos ya es historia. Ha saltado por los aires en mil pedazos. Ésa es la única salida que han visto los concejales de la formación naranja a la situación enquistada, según ellos, por el “inmovilismo” del alcalde, el socialista Francisco Molina.
Ambos partidos, el PSOE y Cs, conformaron un gobierno de coalición en el Ayuntamiento después de que no prosperase el acuerdo promovido tras las elecciones municipales de 2019 para que el PP, Cs y Vox superasen la nueva mayoría simple cosechada por el PSOE, que finalmente revalidó la Alcaldía en la sesión de investidura como fuerza más votada.
El portavoz municipal de Cs, Manuel Romero, registró el lunes un escrito renunciando a la Primera Tenencia de Alcaldía y a las delegaciones municipales que ostentaba. De la misma manera actuaron sus sus compañeros de grupo, dando por “finalizado” el acuerdo de gobierno mediante el cual la formación naranja cogobernaba la localidad junto al PSOE con Molina al frente de la corporación.
Fuentes de Cs han asegurado este martes que la formación ya hizo su "ronda contactos" con otros grupos políticos, para intentar conformar otra mayoría de gobierno. Si bien, ahora y a pesar de que es cuando Cs ha dado el paso de romper con el PSOE, asegura que la decisión está ya en manos de otros partidos, especialmente, el PP, que le exigía, precisamente, salir formalmente del gobierno local para que se concretara cuanto se había hablado.
No obstante, los diez concejales que suman ambos partidos (cinco cada uno) no dan la mayoría absoluta y necesitan también el apoyo de Vox, al menos de uno de los dos ediles de la formación, para que se pueda presentar una moción de censura.
En el documento de ruptura del pacto, Romero justifica esta decisión por la “negativa” del alcalde a dimitir por el juicio que afronta por un presunto delito de prevaricación a cuenta de la autorización de unas obras en una nave municipal pese a contar con informes desfavorables de la Intervención y del arquitecto municipal, un juicio promovido además contra la edil de Obras Públicas, la también socialista Carmen Garfia.
Después de que Cs reclamase insistentemente al alcalde y al PSOE su renuncia y la de su edil de Obras Públicas a cuenta de su situación judicial para garantizar la gobernabilidad, Romero defiende que Cs ha realizado “todos los esfuerzos” posibles “para dar estabilidad a este gobierno, habiendo sido infructuosos todos los ofrecimientos” para una salida a la situación.
Recientemente, Romero anunció una “ronda de contactos” con los grupos para “garantizar un gobierno limpio” en Bormujos, mientras Molina insiste en denunciar que todo se debe a una campaña de “acoso y derribo” promovida a su entender por el Partido Popular en su contra para desencadenar una moción de censura, acusando a Ciudadanos de haberse unido a dicha maniobra. Los populares y Vox también exigen a Molina su dimisión por el juicio que afronta.
Romero carga en su escrito contra el primer eldil, al que acusa de dar prioridad a “sus intereses personales y de partido frente a las necesidades de estabilidad en el gobierno”, ante lo cual Cs no tiene “otra salida” que romper el acuerdo de gobierno con la renuncia de sus ediles a sus competencias delegadas, extremo que deja al PSOE gobernando en minoría.
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