El portavoz de Ciudadanos (Cs) y primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Bormujos, Manuel Romero, ha confirmado, en un comunicado, que iniciará esta misma semana “una ronda de contactos con todos los grupos municipales para garantizar un gobierno limpio y estable a todos los bormujeros”.

Se empiezan a dar pasos así hacia una previsible moción de censura en esta localidad del Aljarafe de más de 22.000 habitantes, que apartaría al socialista Francisco Molina de la Alcaldía que ocupa desde el año 2015, en aquel primer mandato, con un pacto con Adelante, y desde 2019, con Cs. Esta formación le ha venido pidiendo que renuncie, junto a la edil de obras Mari Carmen Garfia, a raíz de que se confirmara su imputación por un presunto delito de prevaricación, en relación al cerramiento de un almacén municipal, a lo que se han negado.

“Lamentamos profundamente el egoísmo del señor Molina”, ha manifestado Romero en la nota, por negarse a renunciar, al tiempo que ha insistido en que “Ciudadanos tiene líneas rojas y una de ellas es la regeneración política”, por lo que ha aclarado que “ante el inmovilismo del señor Molina para no asumir su responsabilidad, Ciudadanos debe trabajar en la composición de un gobierno sin cargos imputados por corrupción política”.

Asimismo, el portavoz de la formación naranja ha insistido en que “el compromiso de Ciudadanos con los vecinos sigue intacto, por lo que buscará la mejor solución para dar estabilidad al gobierno de Bormujos”. Por ello, Romero ha asegurado que en los próximos días llamará a los portavoces de todos los grupos municipales para valorar la situación.

Cs tiene cinco concejales, los mismos que el PP, con lo que para llegar a la mayoría absoluta, que está en once y es necesaria para la moción de censura e investidura del nuevo alcalde, necesitaría también a los dos de Vox, en un esquema similar al del gobierno andaluz que ya se intentó tras las elecciones municipales. El PSOE tiene siete. Aunque Cs ha anunciado que hablará con todos, es difícil que logre ese apoyo de los dos ediles que sacó Adelante, uno de ellos ahora no adscrito, que en un pleno anterior en el que el PP llevó una moción pidiendo la renuncia del alcalde, se desmarcaron, entre otras cosas, porque la formación se negó a ampliar esa exigencia todos los ediles imputados o procesados que hay o pueda haber en el Pleno.

De esta manera, Cs se propone poner fin a la "crisis institucional" en el Ayuntamiento, "provocada por propio el alcalde y la concejala de Urbanismo, al negarse a dimitir tras conocerse su imputación en una causa judicial por prevaricación", se insiste.

Según Romero, “la negativa del PSOE a cesarles para mantener el gobierno ha roto la gobernabilidad de Bormujos, y nuestro municipio merecen un gobierno limpio, dedicado exclusivamente a mejorar la vida de los vecinos”.

Así las cosas, Romero ha pedido “altura de miras” al resto de grupos municipales para dejar a un lado los intereses partidistas y apostar por una gestión transparente y honesta, al servicio de los intereses de los vecinos. “Ya basta de que se siga manchando la imagen de un pueblo trabajador y honesto como es Bormujos”, añade el portavoz.

El alcalde ha insistido en estas semanas, con las relaciones entre los dos socios de gobierno ya rotas del todo, que se irá en menos de 24 horas si es condenado a tan sólo un día, pero mientras tanto pide que se respete su presunción de inocencia y ha lamentado la falta de "coherencia" de los responsables de Cs que le piden que se vaya por su situación judicial, cuando hay una edil de Cs en el Pleno condenada en firme por la agresión con una militante y un edil del PP con una condena firme y pendiente de juicio. También considera que, más a allá de este juicio, el cambio de gobierno estaba decidido hace meses, cuando el PP ofreció la Alcaldía a Romero Cárdenas.