La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del IES Tartessos de Camas, que lleva años denunciando los problemas del centro que se agravaron el pasado verano tras un acto vandálico, retomará las movilizaciones para reclamar a la Junta que haga una intervención urgente y que planee otra integral, que son necesarias. 

El anuncio se produce después de que, el pasado viernes, durante la borrasca Cecilia, que trajo fuertes vientos y lluvias en la comarca del Aljarafe, se desprendieran varias placas de una claraboya que cubre un tragaluz, en el distribuidor de uno de los edificios, el de Haza de la Carpintera. Es una zona de paso de alumnos y personal del centro.

El recibidor, a la entrada de uno de los edificios, en el que estuvo entrando agua.

Según la presidenta de la AMPA, Diana Barroso, varios vecinos avisaron a la Policía Local de que la claraboya se estaba moviendo, pero cuando llegó ya habían salido volando dos placas, dejando al descubierto esa zona del pasillo, en la que estuvo entrando agua. Al parecer, la claraboya ya presentaba desperfectos por el acto vandálico, porque pudo ser pisada.   

Ello se une al hecho de que cuando la dirección, hace un par de semanas, intentó poner en marcha la caldera, no pudo hacerlo porque el depósito de gasoil está lleno de agua, sin que se sepan las causa y sin que el centro tenga fondos para arreglarlo.  

Según Barroso, hasta la fecha no han tenido más noticias de las distintas obras que la Junta se comprometió a hacer, por lo que la semana que viene se reunirán para poner en marcha medidas de protesta, entre las que barajan encerrarse en las instalaciones. 

La presidenta de la AMPA del IES Tartessos insiste en que no se trata de problemas estéticos, ni siquiera de confort de los alumnos, sino de seguridad e higiene. Así, recuerda que lo más "urgente" que hay que arreglar son las ventanas, algunas sin persianas; las planchas de azulejos, que se están desprendiendo en muchas zonas y los servicios que no se pueden utilizar porque faltan puertas, sanitarios o están muy deteriorados, lo que provoca colas en los que están en uso. 

Las obras mayores que también hay que acometer son la sustitución de toda la valla perimetral que, según insiste, está a punto de caerse, y el suelo del gimnasio. "Niño que se cae, niño que se corta", resume Diana Barroso, que asegura que el curso pasado también estuvo a punto de desprenderse una ventana que logró sujetar una alumna cuando quedó colgando hacia el exterior.