Silencio y dolor en Alfacar (Granada) para despedir a Ana Huete, la joven granadina de 27 años que falleció en el municipio de Illica en el terremoto que sacudió hace una semana el centro de Italia. El tanatorio de la localidad granadina acogió ayer desde primer hora de la tarde la capilla ardiente por la que pasaron familiares, amigos y vecinos. El furgón con los restos mortales de Ana Huete llegó a las instalaciones funerarias desde el aeropuerto de Málaga.

El tránsito de allegados de la joven fue constante. Personas de todas las edades, especialmente de Alfacar, de donde es originaria la familia. La muerte de la joven causó una gran conmoción El cadáver de la joven llegó alrededor de las 16:25 a Alfacar, donde la familia es muy querida.

Junto a su novio, Christian Casini, Ana Huete regentaba una pizzería en la capital granadina. Cassini se desplazó ayer desde su país en la misma ruta aérea con su hermano y su cuñado, además de la familia directa de la víctima. Nada más llegar se refugió en la casa de Víznar en la que viven los padres de Ana y adentrada ya la tarde hizo acto de presencia en el tanatorio visiblemente afectado. El portavoz de la familia, Nicolás Espigares, informó a los medios de que en el tanatorio se encontraban desde la llegada del féretro los padres de la joven, que tienen numerosos hermanos. Espigares pidió respeto para la familia en su dolor y explicó que todos se encuentran muy cansados desde que tuvieron conocimiento del terremoto que había asolado la zona en la que se encontraba la joven.

El cuerpo de Ana Huete fue repatriado ayer mismo en un vuelo procedente de Roma. El traslado hasta España fue posible después de que los padres de la joven, acompañados de dos de sus tíos, se desplazaran el pasado viernes hasta la capital italiana para completar los trámites de identificación del cadáver en un hospital de la capital italiana. El centro sanitario acogió anteayer, a petición de los familiares del novio de Ana, un emotivo homenaje en su recuerdo. De hecho, el hermano de Christian Casini, Mario, dejó escrito en la red social Facebook: "Para cualquiera que quiera dar un último adiós a Ana, estrecharse a mi hermano y nuestras familias, el martes 30 se desarrollará la capilla ardiente en el Instituto de Medicina Legal". Además, desveló la pretensión de su hermano de destinar fondos "a un monumento fúnebre en memoria de Ana para no olvidarla".

Durante su estancia en Italia, la familia ha estado asistida por la embajada española, que ha puesto a su disposición un vehículo para los desplazamientos y que ha tratado de agilizar todos los trámites y documentación necesarios. Incluso para los gastos de la repatriación la familia ha contado con los seguros que tenía contratados, de ahí que declinaran expresamente cualquier ayuda que en los últimos días se había empezado a canalizar a través de internet.

Aunque la familia es originaria de Alfacar, los padres de la joven residen actualmente en Víznar, mientras que Ana convivía con su novio en el barrio del Albaicín. En la capital sigue cerrada la pizzería que la pareja regentaba y que estos días está rodeada de flores y velas en recuerdo de la joven fallecida. Hoy toda esa demostración de afecto quedará a buen seguro patente en el funeral que comenzará a las 11:30.