José Bretón, el padre de los dos menores desaparecidos desde hace casi siete meses en Córdoba y único imputado por el suceso, mantuvo ayer ante el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Laín, "punto por punto" su versión inicial. Esto es, que Ruth y José, de 6 y 2 años, se extraviaron el pasado 8 de octubre en el Parque Cruz Conde por un despiste suyo mientras jugaban, según señalaron fuentes consultadas.

Durante casi tres horas -el interrogatorio dio comienzo sobre las 19:30 a pesar de que llegó a las dependencias judiciales a las 10:00- el padre de los menores respondió "con nerviosismo" a todas las preguntas planteadas durante el interrogatorio, aunque en esta ocasión Bretón no pudo contener la tensión llegando incluso a encararse en un par de ocasiones con el juez instructor. No obstante, en todo momento se mostró tajante al afirmar que  perdió de vista a sus hijos mientras se encontraba pasando la tarde con ellos en el Parque Cruz Conde. Reiteró que todas las versiones y todas las acusaciones vertidas por la Policía son completamente falsas. En este sentido, Bretón hizo alusión a supuestos comentarios que tuvieron lugar durante los rastreos efectuados  por los agentes encargados de la investigación en la finca de los abuelos paternos situada en Las Quemadillas.

El abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta,  quien no efectuó ninguna pregunta a su cliente durante el interrogatorio, mostró su descontento ante algunas de las preguntas efectuadas por la acusación particular al considerarlas "inapropiadas". El letrado señaló además a las puertas de la Audiencia Provincial tras finalizar la primera jornada de interrogatorios que "no me siento satisfecho ni insatisfecho por cómo ha transcurrido todo; sólo puedo decir que mi cliente ha respondido a miles, miles y miles de preguntas".  

El juez también llamó ayer a declarar a los familiares directos de José Bretón, quienes se enfrentaron a las preguntas del magistrado  durante toda la mañana y las primeras horas de la tarde. Los abuelos paternos de los niños, Bartolomé y Antonia, fueron los primeros en llegar a las dependencias judiciales, a las 08:45, acompañados por su hijo Rafael. Los tres accedieron a los juzgados rodeados por una docena de familiares de Ruth Ortiz que a gritos y con silbatos les exigían que contaran toda la verdad de lo que ocurrió el día de la desaparición. Los padres de Bretón, que pudieron contener ante el juez las lágrimas y su dolor, ofrecieron todos los datos de cómo transcurrió aquella jornada. Dijeron que vieron a sus nietos por última vez a mediodía, antes de que su padre se marchara con ellos en el coche. Pasadas las 12:40, Antonia y Bartolomé abandonaban los juzgados en taxi después de prestar declaración recibiendo de nuevo insultos y abucheos de los familiares de la madre de los niños.

Los siguientes en prestar declaración fueron la hermana de José Bretón, Catalina, y su marido. Bretón mantiene que pasó la mañana en la casa de su hermana mientras el matrimonio se encontraba haciendo la compra. No obstante, tal y como recoge la última parte del sumario, un repetidor de antena captó que durante esas horas Bretón realizó varias llamadas junto al antiguo Hospital Militar y un testigo asegura que vio a una persona de características similares a las del padre de los menores en los aledaños de la parcela paterna de Las Quemadillas. A pesar de estas pruebas, Catalina y su marido mantuvieron la misma versión que ofrecieron ante juez el pasado 16 de febrero. Incluso, según fuentes consultadas por este periódico, Catalina declinó responder a varias de las preguntas sobre los supuestos movimientos bancarios que sospecha que efectuó en una cuenta en común que tenían José Bretón y Ruth Ortiz.

El hermano del padre de los niños, Rafael, que fue el último familiar en cerrar la primera tanda de interrogatorios, mantuvo igualmente su versión de cómo ocurrieron los hechos. Rafael fue el único que prefirió salir a pie de los juzgados, de modo que tuvo que enfrentarse a los insultos e incluso intentos de agresión de los familiares de la madre de los pequeños que les pedían que dijera todo lo que sabe.     

La larga jornada de interrogatorios de ayer, que se dilató más de 12 horas, da paso a una nueva tanda en la que prestarán declaración los presos sombra y los agentes que han mantenido contacto con Bretón desde su llegada a prisión.