"Vocación e intensidad", las dos virtudes que el máximo responsable interino de la RTVA, el subdirector general Joaquín Durán, presenta en sus primeras horas de responsabilidad en su cargo. A esas aportaciones tendrá que añadir valor y diplomacia para un barco en la tempestad que necesita 5 millones menos en gastos de personal de aquí al 31 de diciembre. Durán, relevando a Pablo Carrasco, prefirió ayer comparar la situación con un tren "que ha cambiado de maquinista y que no ha aminorado la marcha". Canal Sur Televisión sigue adelante, con un canal menos desde el mes de octubre, con una plantilla de 1.600 trabajadores, con las productoras asfixiadas literalmente por retraso en los pagos, pero con un contrato programa por tres años que es un salvavidas de 138 millones de euros anuales con el respaldo del Gobierno bipartito. Durán, vestido con un optimismo pragmático y un patriotismo razonable, instaba ayer a los trabajadores de la RTVA a apuntalar esa estabilidad y a conseguir los ingresos comerciales necesarios para esquivar los números rojos.

Meses de transición para la RTVA que se convierten en cuenta atrás para rubricar, antes de terminar el verano, el convenio colectivo que logre una estabilidad y una paz social necesarias y que afrontará su negociación entre sindicatos y empresa a partir de la semana próxima, y del que Durán subraya esa obligación "de llegar a un acuerdo". Una entente que se ajuste al presupuesto tras haberse reducido noventa millones en gastos en comparación a hace cuatro años.

A ese ejemplo de esfuerzo y compromiso se refirió Durán para que este tiempo interino, que puede prolongarse más allá de este año, no se convierta en un problema irresoluble. Esperanza para el Lunes Santo sería el resumen de las palabras del director general en funciones nombrado por el consejo de administración con la ausencia de los miembros del PP. "Esta empresa tiene futuro", remarcó Joaquín Durán, mostrando a la RTVA como una compañía en "posición fuerte" respecto al resto de corporaciones audiovisuales públicas, como otras autonómicas gestionadas por los populares en proceso de desmantelamiento integral. Una posición fuerte como trabajo y producto, "siempre mejorable, como toda la labor humana", pero en un posición difícil por la incertidumbre económica que asuela a todos los medios de comunicación.

Durán recordó al "millón de accionistas en paro" que tiene la RTVA para afrontar con responsabilidad económica este trayecto. Y una trayectoria que estará marcada por el debate político entre Gobierno y PP por hallar un director general de consenso. El subdirector general se presentaba ayer como "un periodista con experiencia en tareas ejecutivas" y que tiene optimismo y esperanza para convertirse en esa figura definitiva que estarían buscando en el Parlamento. El que hasta ahora fuera director de Canal Sur Radio, y con las credenciales de sus últimos cuatro años, asegura que su RTVA se regirá por la "independencia, el pluralismo y la calidad" en los contenidos de la corporación, en la televisión, la radio e internet.

A unas horas de estar sentado en la silla, aseguraba ayer que no tenía decisiones en la programación, alabando el trabajo de su antecesor, aunque el Gobierno autonómico pide cambios en la orientación de la cadena, demasiado escorada en sus contenidos de entretenimiento hacia los tópicos más estereotipados de la identidad andaluza.