Juan José Cortés y los otros cuatro detenidos, en libertad con cargos

Durante tres horas se prolongó la declaración de Juan José Cortés, padre de Mari Luz, y otros cuatro detenidos por su presunta participación en un tiroteo ocurrido en la madrugada del miércoles en la barriada de El Torrejón. Los detenidos fueron trasladados a las dependencia de la Audiencia Provincial hacia las 8:30 después de permanecer la noche en los calabozos de la comisaría, tras producirse el enfrentamiento entre familiares a consecuencia de una disputa.

Juan José Cortés llegó al Palacio de Justicia esposado, como el resto de los detenidos, con el semblante tranquilo pero serio. Fue el primero en salir del furgón policial en el que fueron trasladados, ante la mirada de decenas de cámaras televisivas y fotográficas.

Hacia las 13:00 el padre de la pequeña asesinada salía del edificio situado en la Alameda Sundheim en libertad con cargos, decretada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva. Junto a él abandonaban la Audiencia por la puerta principal los otros cuatro detenidos, su padre, Juan Cortés, su cuñado, y sus hermanos Diego y Valentín, todos imputados de un delito de lesiones, amenazas y daños, según fuentes de Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El titular del juzgado de instrucción también decretó la obligación de presentarse los días 1 y 15 de cada mes en las dependencias judiciales o policiales y una orden de alejamiento de 50 metros y la prohibición de comunicación con la persona que resultó herida y presentó la denuncia.

Casi cinco horas permanecieron los detenidos en el Palacio de Justicia mientras su mujer, su madre y numerosos familiares de Juan José Cortés entraban y salía del edificio a la espera del desenlace final. Su esposa Irene Suárez fue quien alertó a los periodistas que pasadas las 10:00 y aún no había comenzado la declaración. Tras un compás de espera, el tío de Juan José Cortés realizaba unas declaraciones a los medios de comunicación en las que defendía la inocencia de los imputados y achacaba la detención a las "mentiras" de la víctima, versión que fue refrendada por la abuela paterna de Mari Luz que afirmó que las explicaciones de los testigos del demandante (también miembros de la familia de los Cortés Suárez) eran una falacia y un engaño. Mientras, la mujer de Juan José Cortés invitaba a su suegra Mari Luz Fernández a no hacer más revelaciones a la prensa y a quitarle hierro porque "todo se está arreglando".

Poco después el padre de Mari Luz asomaba por la puerta de la Audiencia con rostro sonriente y mostrando el signo de victoria de sus dedos. Detrás el resto de los detenidos. Cortés no hizo ninguna exposición de lo sucedido. En medio del tumulto se limitó a abrazarse a su madre mientras ésta manifestaba: "los que los acusaron, los han perdonado, se han arrepentido, y por eso han decidido retirar la denuncia, porque todo es mentira". La versión contrasta con la realizada por fuentes de la Subdelegación del Gobierno que indica que la acusación del demandante sigue adelante. La causa también continúa y será ahora del Juzgado de Instrucción número 3 (el que estaba de guardia en el momento de producirse los hechos) el que prosiga con el caso. Tendrá dos opciones. Continuar con las diligencias previas y trasladarlas a la Fiscalía o decretar el sobreseimiento de la causa (caso cerrado).

Los motivos de la disputa familiar que acabó con un herido por alcance de postas por disparo de una escopeta de caza, cuya identidad aún no ha sido aclarada aunque ahora apunta a un tío de Juan José Cortés, no han trascendido. La Policía Nacional señala que el móvil de los disparos contra las ventanas de una vivienda de la calle Dalia fueron unas injurias que al parecer profirió días antes la personas que resultó heridas. En la casa había numerosas personas, algunos niños. Las detenciones se realizaron como presuntos autores de homicidio en grado de tentativa.