Una reyerta familiar concluye con Juan José Cortés en los calabozos

La barriada de El Torrejón y la familia de la pequeña Mari Luz volvieron a ser ayer centro de atención de cámaras televisivas y micrófonos de radio. Meses después del despliegue informativo que ocasionó el juicio contra Santiago del Valle y su hermana Rosa por el asesinato de la hija menor de Juan José Cortés e Irene Suárez, Huelva fue de nuevo foco informativo a nivel nacional por el incidente en el que se vio implicada la familia Cortés Sánchez.

Una disputa entre miembros de esta familia es el origen del suceso que se produjo en la madrugada de ayer en la barriada de la capital donde reside el linaje de los Cortés. La trifulca, cuyo motivo se desconoce, terminó con el padre de Mari Luz y asesor del PP en materia de Justicia, Juan José Cortés; su padre, un cuñado y sus hermanos Diego y Valentín detenidos por su supuesta implicación en un tiroteo con el resultado de un herido. Los hechos se produjeron entre las 02:00 y las 02:30 de la madrugada.

La pelea concluyó en la casa de uno de los familiares situada en la calle Dalia, junto a la calle Geranio de la barriada El Torejón de la capital, y se saldó con un herido (al parecer, Vicente, primo hermano de Juan José Cortés, aunque esta información no ha sido confirmada por la Subdelegación del Gobierno) en la cabeza por un disparo con postas. El lesionado fue trasladado al hospital, pero fue dado de alto al poco tiempo, ya que la herida no revestía gravedad.

Nada más trascender la noticia cadenas de radio y televisión se trasladaron hasta el lugar de los hechos donde reinaba un total hermetismo, propio de un pacto de silencio.

Irene Suárez, la madre de Mari Luz, declinó hacer cualquier tipo de declaraciones, mientras que la abuela de la pequeña invitaba a los informadores a abandonar la barriada. Los vecinos de la plaza Rosa expresaron también sus reservas a la hora de responder a las preguntas de los periodistas, mientras que en las ventanas asomaban la cabeza los más curiosos. "Yo no he escuchado nada". "Aquí no ha pasado nada". "Nos hemos enterado por la tele y la radio" fueron las escasas respuestas.

Pocas fueron también las contestaciones de los vecinos la zona donde ocurrieron los hechos. Tan solo que habían oídos unos disparos o algo parecido, pero sin determinar de dónde procedía. Y eso que a esa hora varios coches patrulla de la Policía Nacional se habían desplazado hasta el lugar para buscar algunos testimonios que ayudaran a esclarecer el percance.

La víctima interpuso una denuncia contra los detenidos tras recibir el impacto de las postas por un disparo con una escopeta de caza cuando intentaba refugiarse en la casa de uno de los familiares, vivienda contra la que se proyectaron los tiros.

Irene Suárez se desplazó, junto con su madre y un hermano, hasta la comisaría donde prestaban declaración su marido y los otros cuatros detenidos. Para entonces el subdelegado del Gobierno, Manuel Bago, había improvisado una rueda de prensa en el edificio Jacobo del Barco del Campus del Carmen, donde asistía a la inauguración del curso universitario. Pocos detalles ofreció aparte de los que ya habían trascendido, ya que el interrogatorio proseguía y el comisario jefe, Miguel Rodríguez Durán, continuaba en la dependencias policiales sin atender a la prensa.

La Subdelegación del Gobierno comunicó por la tarde que los detenidos pasarán a disposición judicial hoy por la mañana, por lo que pasaron la noche en los calabozos de la comisaría.

Aunque se desconocen las causas de la desavenencia, sí han circulado algunas versiones contradictorias (en cualquier caso, oficiosas), al igual que ocurre con las circunstancias sobre cómo ocurrieron los hechos.

Una persona cercana a los familiares implicados en el episodio aseguró que en el momento del disparo se encontraban próximos varios niños. De la víctima nada se supo ayer. La Policía no facilitará ningún tipo de información sobre el caso hasta que traslade las diligencias al juzgado de turno.