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  • El vicepresidente de la Junta descarta el adelanto electoral, niega inestabilidad dentro de Ciudadanos y confía en remontar en las encuestas para determinar el futuro Gobierno

Juan Marín: “No podemos despedir a un enchufado con derechos adquiridos”

Juan Marín, en su despacho en San Telmo, durante la entrevista. Juan Marín, en su despacho en San Telmo, durante la entrevista.

Juan Marín, en su despacho en San Telmo, durante la entrevista. / Juan Carlos Muñoz

Escrito por

· Carlos Rocha

Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962) llega a San Telmo después de dar una rueda de prensa en la sede regional de Ciudadanos. Aseguran sus colaboradores que llega cansado al final del curso político, sobre todo después de un mes de julio trepidante, tanto en lo institucional como en lo orgánico. Encara optimista, como es habitual, la recta final de una legislatura que, asegura, no se acortará después de un descanso que, revela, pasará en su tierra. 

–La última vez que lo entrevisté me dijo que quería que Juanma Moreno fuera su vicepresidente...  

–Casi lo convenzo.

–¿Cómo valora estos dos años y medio de gobierno?

–Hemos aprobado con nota. No había referencia para un Gobierno de coalición como éste de PP y Cs. Ha funcionado muy bien. La prueba está en los resultados. Hemos hecho lo que dijimos que íbamos a hacer, que no era fácil. Andalucía está liderando la creación de empresas, empleo y autónomos. La sanidad pública es el 7,5% del PIB y la educación un 5%.

–Pero el PIB ha pegado una gran bajada, hay un poco de trampa ahí.

–No, porque el PIB que manejamos es el de 2019, 166.000 millones de euros y un Presupuesto de 44.000 millones. La trampa la que nos quiere hacer María Jesús Montero metiendo los 574 millones del IVA en las entregas a cuenta, cuando hay una sentencia judicial.

–El balance es bueno, pero ha habido una crisis de por medio.

–En 2019 ya íbamos como un cañón. Por primera vez, Andalucía crecía más que España y luego, cuando cayó el PIB, cayó menos que España. Y sólo habíamos hecho dos reformas, la simplificación administrativa y la bajada de impuestos. El modelo es distinto al del PSOE, que era de subvenciones y subsidios, y nosotros lo hemos transformado en incentivos bajando la fiscalidad, dando seguridad jurídica y dando dinero a fondos como Garantia para financiar empresas, no subvenciones a fondo perdido

–Estamos en los albores de la recuperación. Si las elecciones no se adelantan falta más de un año...

–No se van a adelantar.

–¿No habrá adelanto electoral?

–Por mucho que algunos se empeñen, no se van a adelantar. Y yo siempre cumplo mi palabra.

–El presidente asegura que si pierde los apoyos parlamentarios se vería obligado a hacerlo.

–Estamos en una situación de estabilidad, con presupuestos aprobados. En el peor de los casos se pueden prorrogar porque son unos presupuestos buenos.

–El presidente no ha hablado de prórroga presupuestaria...

–Pero yo sí. El presidente es el presidente y yo soy la otra parte del Gobierno. El 50%, diremos. Lo que hemos hablado siempre los dos es que hay que agotar la legislatura. Con Andalucía creciendo más que el país y los fondos de Europa, ¿qué hacemos? ¿Convocamos elecciones? ¿Qué persona medianamente inteligente va a pensar que eso se hace por el interés de los andaluces?

–¿Y no es mejor apostar por un nuevo presupuesto que ponga en uso todos esos fondos?

–Tenemos el mejor Presupuesto de la historia. Estaríamos hablando de una prórroga de seis o siete meses. Si Vox se empeña en no negociar un presupuesto porque a Santiago Abascal lo han declarado persona non grata en Ceuta, no lo entienden ni los hebreos. Y el PSOE dice que tiende la mano para negociar el presupuesto, pero luego hace lo mismo que hace siempre: retirar la mano y presentar una enmienda a la totalidad. Vamos a llevar los presupuestos al Parlamento seguro, pero si no salen no se pone en riesgo la legislatura.

–No se cree el acercamiento del PSOE de Juan Espadas.

–Al PSOE de Pedro Sánchez no nos podemos acercar porque está dañando permanentemente a Andalucía. Desgraciadamente Juan Espadas es su acólito.

–¿No se van a sentar con ellos?

–Claro que nos sentaremos, pero no va a servir de nada.

–¿Qué balance hace de la convivencia con un socio como Vox y sus amagos de ruptura? Muchas veces centran sus envites en consejerías de Ciudadanos.

–Entienden que nosotros somos el enemigo. Quieren quitarnos de en medio porque pretenden gobernar Andalucía con el PP. Mientras Cs esté, Vox no va a gobernar con el PP. Con el PSOE y Podemos ya nos pasó. Nosotros fuimos el antídoto para que Susana Díaz y Teresa Rodríguez no se pusieran de acuerdo. Somos un muro de contención a los extremos y ahí vamos a seguir.

–¿Juanma Moreno prefiere seguir gobernando con Cs o con Vox?

–Con nosotros

–¿Se lo ha dicho él?

–No, porque no se lo he preguntado, pero estoy seguro. Sabe que somos gente sensata, gente de fiar. Cuando firmamos algo lo cumpliomos. Y hemos dado estabilidad a Andalucía. Hemos exigido las reformas que firmamos y están dando resultados. Tenemos muchos puntos en común. También nuestras diferencias.

Juan Marín se coloca las gafas en un momento de la entrevista. Juan Marín se coloca las gafas en un momento de la entrevista.

Juan Marín se coloca las gafas en un momento de la entrevista. / Juan Carlos Muñoz

La inestabilidad en Ciudadanos

–¿Hasta qué punto han afectado a esas diferencias la salida de Fran Hervías hacia Génova?

–Eso no afecta para nada a las relaciones de este Gobierno.

–¿No ha habido en el seno de la Junta por el papel de la dirección nacional del PP en este asunto?

–Cuando tengo que decirle algo a Teodoro García Egea se lo he dicho. No utilizo a Elías Bendodo o a Juanma Moreno. Le dije que se estaba equivocando. Ha metido el zorro en el gallinero. A ver cómo le sale.

–¿Qué les dice a quien asegura que Hervías se le adelantó en pasarse al PP?

–(Risas) Les digo lo mismo que a quienes decían que yo iba a terminar en el Gobierno de Susana Díaz. Puedo ser más listo o más torpe, pero yo sólo tengo una palabra y cuando la doy la cumplo aunque me cueste el dinero. Son mis principios porque así me los enseñó mi padre. Que alguien me diga algo que no he cumplido desde que entré en el Parlamento en 2015.

–¿Le preocupa que pueda haber más fugas al PP instigadas por Fran Hervías?

–Fran Hervías es pasado. Sus afines o se han ido o se tendrán que ir.

–En Andalucía no pueden pasarse al PP tras el acuerdo de no agresión que firmaron.

–Se puede ir quien quiera. La puerta está abierta para entrar y salir.

–¿Hay inestabilidad en el grupo parlamentario de Ciudadanos?

–En nuestro grupo parlamentario ni se ha roto la disciplina de voto ni nadie se ha ido con los no adscritos. El PSOE se ha roto en mil pedazos. Cogieron a Mario Jiménez y lo colocaron en un rincón. Lo mismo ha pasado en Adelante Andalucía. Y en Vox han cambiado dos veces de portavoz. El grupo tiene gente muy seria y siempre hemos demostrado que vamos todos a una.

–¿A Fran Carrillo lo han castigado en un rincón?  

–Es diputado, coordinador en Córdoba y portavoz en una comisión. ¿Qué le falta a Fran Carrillo? Vamos a ser serios.

–¿La dimisión de Mónica Moreno como número dos del partido a nivel orgánico revela un problema orgánico?  

–Estaba agotada. ¿Se conocen los nombres del resto de portavoces adjuntos o de la secretaria de Acción Institucional de otros partidos? Se saben los de Ciudadanos porque somos los que molestamos.

–¿A quién?

–A los que quieren el sillón. A quien quiere imponer sus políticas, como Vox, Adelante o el PSOE. A todos.

–¿Ha habido un cambio en su relación con Inés Arrimadas desde principios de año a ahora?

–Creo que no. Nos conocemos desde 2012, somos amigos desde entonces. Inés cogió el partido en un momento muy difícil. No había nadie a la cola para ser presidente de Ciudadanos. Además le ha cogido la pandemia, ha sido madre y ha estado fuera varios meses. Ha habido personas que han estado dirigiendo el partido de forma bastante errónea, como en Murcia. Ella ha hecho unos cambios. Está entrenando un equipo y si va perdiendo tendrá que hacer cambios.

–¿Estos cambios serán suficientes para que el partido remonte?

–Están siendo positivos. En Andalucía algunos nos daban por muertos y ya les tiemblan las piernas.

–Rocío Ruiz dijo hace meses que quería ser candidata a las primarias de Ciudadanos, pero parece que ya no tiene esa intención.

–Yo dije que me presentaría y me presentaré. Lo dije porque era necesario en aquel momento para dar tranquilidad. Un día sí y otro también a mí me ponían en el PP.

–¿Está satisfecho después de la remodelación del Gobierno del pasado verano?

–Sí, aunque creo que fueron pocos cambios. Sobre todo por las dimensiones de consejerías como la mía o la de Carmen Crespo.

–¿Por qué no se dividieron? 

–Ya eran demasiados cambios en un año bastante complicado por la pandemia. Las auditorías nos van a ayudar a hacer esos cambios para la próxima legislatura. Hasta ahora, los gobiernos en Andalucía se construían nombrando a las personas y después creando las consejerías.

–En esa remodelación Rogelio Velasco perdió la gestión de los fondos UE en favor del PP. ¿Fue un fracaso de su negociación?

–En absoluto. Rogelio Velasco se tenía que encargar de las universidades, de las empresas, de I+D+i y de los parques empresariales. Los fondos europeos los gestiona el Gobierno, no Juan Bravo. Él ejecuta, da las partidas y las certifica. Lo razonable es que los fondos europeos estuvieran en Hacienda.

Juan Marín, antes de la entrevista, en una de las galerías del Palacio de San Telmo. Juan Marín, antes de la entrevista, en una de las galerías del Palacio de San Telmo.

Juan Marín, antes de la entrevista, en una de las galerías del Palacio de San Telmo. / Juan Carlos Muñoz

Las esperadas auditorías del sector público

–¿Tenían las manos atadas para ampliar el Gobierno porque PP hizo campaña durante años con la reducción de consejerías?

–El único responsable de que la Junta tenga una estructura innecesaria es quien la controló durante 37 años.¿Por qué hay una agencia IDEA con 14 convenios y 3.000 personas que no pueden trabajar porque no tienen potestad para ello? Hay que medir bien qué estructura necesitamos en Andalucía para prestar el servicio que tenemos que prestar. Y no en base a cuántos afiliados y a cuántos amiguetes tengo que enchufar. Eso lo ha hecho el PSOE y ahora PPy Cs lo estamos cambiando. Y no se habría hecho sin Cs dentro del Gobierno.

–¿Puede generar frustración que estas auditorías tarden en aplicarse? Hay quien ya presiona...

–Muchos políticos no saben lo que es una auditorías. Los que venimos del sector privado tenemos conocimiento porque las hemos hecho en nuestras empresas. Con el dinero de todo el mundo es fácil meter a diez trabajadores más y montar tres empresas. Los recursos son limitados y para hacer eso hay que subir constantemente la presión fiscal a los andaluces, que es lo que ha hecho el PSOE. Nosotros estamos optimizando los recursos. Con el análisis de las auditorías hay que hacer una evaluación entidad por entidad. Y si sobra gente, pues sobra. Y si falta, pues se contrata más gente. Aquí disparamos con dinero público y parece que no le duele el dinero a nadie. Lo fácil es subir el impuesto a la gasolina y a las eléctricas.

–No es fácil echar a quien sobra.

–Si la ley lo permite, sí. No vamos a hacer nada ilegal.

–¿Se demoniza a los trabajadores de estos entes instrumentales?

–A la inmensa mayoría de los empleados públicos se les reconoce su magnífica labor. Hay trabajadores en esos entes que no han tenido oportunidad para trabajar. Yo tengo amigos que llevan tres años de brazos cruzados.

–¿Entraron de forma legal?

–No pasaron una oposición, pero después de años como laborales tienen derechos adquiridos y un juez ha dicho que hay que reintegrarlos. 82 millones de euros han costado ya esas indemnizaciones. Pero no pueden rellenar un papel ni firmarlo porque no son funcionarios y no tienen potestad administrativa. Muchos ayudan haciendo lo que puedan. Es indigno lo que hicieron con ellos.

–¿Las auditorias sirven para averiguar si el PSOE enchufó a personas en estos entes?

–Para eso están los juzgados y muchos lo están diciendo. No hemos hecho las auditorías para meter a nadie en la cárcel.

–Pero sí para echar a los enchufados, según han dicho.

–A los que se tengan que echar porque el ente en el que estén tenga que extinguirse. Eso es lo que podemos hacer. Pero no puedo despedir a una persona enchufada y con derechos adquiridos. Entonces quien comete un delito soy yo.

–¿Hoy nadie entra en los entes instrumentales con un examen hecho a su medida?

–Nadie. Ni va a entrar mientras que yo esté aquí.

Su relación con el PSOE y las próximas elecciones

–Rompió con el PSOE porque no impulsaron el final de los aforamientos. Dos años y medio después esa asignatura pendiente sigue ahí.

–Yo no rompí con nadie. A mí me dijo la señora Díaz que convocaba elecciones y todavía no me ha explicado por qué. No cumplió ninguno de los puntos de regeneración democrática. Ni aforamientos, ni limitación de mandatos, ni código de buen gobierno, ni ley de lucha contra el fraude. Los aforamientos están tramitados, pero es necesaria una reforma del Estatuto, es decir, una mayoría de tres quintos. Hay que contar con el PSOE.

–La encuesta del Centra le dio siete escaños. ¿Los conseguirá?

–Muchos más. Las tendencias igual que bajan, suben. Teníamos un 4% y ahora un 8,7%. Esperamos llegar a niveles similares a 2018.

–¿Las consejerías de Cs han tenido problemas para dar a conocer sus logros? 

–Los que llevamos tiempo en política sabemos que, al final, es el alcalde quien corta la cinta. Hay cuestiones que se visualizan más por parte del presidente, que acapara casi todo el éxito. Javier Imbroda es el consejero mejor valorado. No hay ningún padre que dude que el pasado curso se hizo casi rozando la perfección por parte de toda la comunidad educativo. Darlo a conocer no es fácil, pero nosotros no estamos para vender lo que hacemos, sino para gestionar.

–¿No han pecado de novatos al lado de un partido como el PP?

–Es que éramos novatos. Llevamos seis años en política. El PP lleva aquí toda la vida en la oposición y no habían conseguido ni una reforma. Yo estuve cuatro años en la oposición y las conseguí. Es otra forma de hacer política. De diálogo,no de confrontación. Yo le dije a Juanma Moreno, en el debate electoral, que si conseguíamos los votos cambiábamos Andalucía. Y él no se lo creía.

–Si vuelve a ocurrir y Vox quiere entrar en el Gobierno, ¿será una línea roja?

–Nosotros no estaríamos. No voy a estar en un gobierno con Vox ni lo voy a apoyar desde fuera. Tampoco estaría con Podemos. Yo soy de centro, hablo con todo el mundo, pero no estoy dispuesto que se le apriete siempre a los mismos, como quiere la izquierda, ni a llevar a cabo las políticas de Vox. Pero sí puedo llegar a acuerdos puntuales. A Andalucía le sienta bien el centro.Moderado, sensato y razonable. No hemos inventado la pólvora, pero Andalucía nunca había tenido un gobierno de centro. Por eso ahora el PP y el PSOE quieren el centro, pero no se puede estar en dos lados al mismo tiempo.

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