Foro Joly

Montero opina que la nueva política fiscal “empoderará a las clases medias”

  • La ministra ve en el impuesto a las transacciones financieras una oportunidad para la banca y las grandes empresas para “recuperar reputación” 

La ministra María Jesús Montero, durante su participación en el Foro Joly.

La ministra María Jesús Montero, durante su participación en el Foro Joly. / Victoria Hidalgo (SEVILLA)

Un “escudo para la clase media” . Así define la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la reforma fiscal que pretende implantar el Gobierno de Pedro Sánchez.

Durante su intervención en el Foro Joly, patrocinado por Laborarios Vir, Montero consideró que su propuesta presupuestaria que prevé subir dos puntos del IRPF a las rentas que van de 130.000 a 300.000 euros brutos, y de cuatro para los contribuyentes que superen esa cantidad “es un escudo para la clase media, porque la empodera”.

En su conferencia, Montero recordó que esa clase media de trabajadores y autónomos “ha sufrido un estancamiento considerable o se ha reducido durante la crisis para pasar a las clases desfavorecidos” y defendió que la propuesta permitirá mejorar las condiciones de “los más desfavorecidos”.

Para defender ese “empoderamiento”, la ministra resaltó que la reforma sólo afectará al 0,5%de los contribuyentes, precisamente quienes más recursos tienen y que aportaron menos esfuerzo durante los años de la Gran Recesión.

Porque Montero califica la “transformación fiscal” que propone el Gobierno de “profundamente progresiva” porque permitirá aumentar los ingresos sin afectar al 99,5% de los contribuyentes, que no verán alterado su impuesto sobre la Renta. El objetivo de estas medidas fiscales es, según dijo, “que el crecimiento económico no se estanque, que se recuperen los derechos de la gente perdidos durante la crisis y recobrar la confianza en las instituciones perdida durante la crisis”.

Otro de los impuestos de nueva creación al que se refirió la titular de Hacienda es el de las transacciones financieras. María Jesús Montero opinó que si la banca y las grandes corporaciones tuviesen “inteligencia emocional” entenderían que ese impuesto les servirá para “recuperar parte de la reputación social que perdieron durante la crisis”. En concreto, Montero afirmó: “El impuesto de transacciones financieras ayudará a quitar esa mala imagen que tienen las grandes sociedades y las entidades bancarias por el papel que jugaron durante la crisis, en la que no tuvieron la contribución que debieron de tener”.

La ministra también recordó que las grandes corporaciones españolas “tributan menos que las medianas y pequeñas empresas”, por lo que consideró “de justicia revertir esta situación y que quienes tienen el mayor beneficio empresarial sean quienes más aporten”. Además, volvió a insistir en que ese impuesto de nueva creación tendrá un carácter “finalista”: contribuir al sistema de pensiones de la Seguridad Social, del que enfatizó que es “solvente” a medio y largo plazo, “aunque necesite algún ajuste”.

En línea con esta idea y en defensa del incremento del gasto que prevé el Presupuesto de 2019, Montero recalcó que “las políticas sociales no son un gasto innecesario o a fondo perdido, sino una potente inversión que garantiza la igualdad de oportunidades y eficiencia económica”.

Sí descartó que prepare más subidas de impuestos después de que la Comisión Europea haya dado un “notable” al esfuerzo fiscal estructural del 0,4% del PIB tras comprender que un ajuste más intenso “podría producir pérdida de empleo y de la recuperación de la actividad económica”. Con ese esfuerzo el déficit será del 1,8%, calculó.

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