El PP prevé abrir en septiembre el nuevo curso político con una "avalancha legislativa" en el Parlamento andaluz. Los populares cerraron la anterior legislatura con varios proyectos pendientes de aprobar, algunos de ellos muy avanzados, y prevén recuperar esas normas en el arranque del nuevo ciclo. Las primeras, la Ley de Atención Temprana y la de Economía Circular, pero también la legalización de los regadíos de Doñana, que se quedó sobre la mesa en medio de una fuerte polémica.

El recién nombrado portavoz del grupo parlamentario popular, Toni Martín, ha confirmado esta mañana esa intención de dar impulso a los proyectos que habían quedado a punto de salir, un compromiso que ya había expresado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. "Viene una avalancha de proyectos legislativos", ha asegurado, acompañando ese anuncio del que se ha convertido en el mantra popular de las últimas semanas: la intención declarada de "dialogar y llegar a acuerdos".

Entre esos proyectos estarán la Ley de Función Pública, la de Salud Pública, la de policías locales, la Ley de Atención Temprana, la de Economía Circular y los presupuestos, la ley en la que el PP justificó el adelanto electoral por la necesidad imperiosa de tenerlos aprobados en plazo ante una situación económica que se prevé muy difícil. También se quiere sacar adelante en este primer paquete normativo el reglamento de la Lista (Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía) y el de la oficina contra el fraude. 

En lo que los populares han denominado la legislatura del agua, uno de los primeros proyectos en volver al Parlamento será la legalización de los regadíos de Doñana. Al finalizar el periodo de sesiones, quedó sobre la mesa la proposición de ley sobre la reforma de los regadíos del entorno de Doñana que abre la puerta a regularizar unas 1.400 hectáreas de cultivo, impulsada por PP, Ciudadanos y Vox y con la abstención del PSOE, que ha advertido que si vuelve a tramitarse de la misma forma pasará al no.

El Gobierno andaluz, ahora con mayoría absoluta, tendrá que decidir cómo lleva adelante un proyecto de regularización de regadíos amenazado de sanciones por la Unesco, la Comisión Europea y el Gobierno central debido a su afección al acuífero de Doñana, ya en situación de sobreexplotación. Y la sequía ha agravado el problema: como ejemplo, el número de aves acuáticas que censadas en Doñana se ha quedado en una quinta parte en solo un año.

Martín asegura que "aun es pronto" para conocer los pormenores de la tramitación de este proyecto, pero sí ha destacado la intención del Ejecutivo andaluz de que "queden garantizados los riegos con las aguas de los trasvases pendientes" y que "nos vamos a sentar con todo el mundo".