PSOE e IU ahondan sus diferencias sobre el aumento de la presión fiscal

A finales de año, en la negociación de los presupuestos vigentes, el PSOE esquivó el acoso de IU, socio en el Gobierno de la Junta, sobre la necesidad y urgencia de crear nuevos impuestos para elevar los ingresos y facilitar el mantenimiento de los servicios públicos esenciales. Los partidos evidenciaron sus diferencias más allá del acuerdo que les permitió auparse al gobierno. Ayer IU reactivó el debate con la clara intención de buscar los puntos oscuros de los socialistas, por más que la proposición no de ley debatida en el pleno del Parlamento tuviese como cebo una alianza de los grupos para que la Cámara rechazase la reforma fiscal anunciada por el Gobierno del PP tras conocerse el informe solicitado a un grupo de expertos.

"Esto me recuerda a cuando estudiaba en la Universidad y me llegaban los compañeros comunistas diciendo que debía firmar contra Franco y que, si no lo hacía, estaba con él. Pues no", comenzó su intervención el diputado socialista José Caballos consciente de la ratonera. Aunque había la posibilidad de votar algunas de las propuestas por separado, el PSOE votó en bloque contra los 18 puntos presentados por IU, aunque según intentó convencerles el diputado izquierdista y proponente Ignacio García, algunos de ellos consten en el programa electoral del PSOE o en el acuerdo de Gobierno en la Junta. Por ejemplo, IU propuso y el PSOE rechazó la derogación del artículo 135 de la Constitución modificado en 2011 por los partidos mayoritarios en el Congreso para primar la estabilidad presupuestaria y que han cuestionado abiertamente dirigentes socialistas como José Antonio Griñán o Alfredo Pérez Rubalcaba. Otra de las propuestas planteó la elaboración de una ley de fiscalidad ecológica, recogida en el acuerdo para gobernar la Junta firmado en 2012. La modificación del impuesto de sociedades, la modificación de la tributación de las rentas del trabajo y el capital para integrarlas en una misma base imponible, la limitación de las bonificaciones para beneficiar a las pequeñas empresas, un impuesto sobre las transacciones financiera o la creación de un impuesto a las grandes fortunas que sustituya al de Patrimonio fueron otras de las ofertas con las que IU intentó cautivar al PSOE y que éste, receloso de la puesta en escena, rechazó sin importarle la incoherencia.

Al final el PSOE se encontró votando junto al PP para rechazar con 92 votos la propuesta de IU, algo que es infrecuente pero no inaudito, ya que en este tipo de votaciones que como mucho llegan a un pronunciamiento del Parlamento que quede en las hemerotecas, priman las estrategias partidistas por encima del contenido.

Entre otros de los puntos rechazados se encontraba una modificación de la Ley General Tributaria con una tipificación "más rigurosa" del delito fiscal, la creación de un impuesto especial sobre bienes suntuosos, que será aplicable a productos y servicios de lujo o la derogación de la ley de estabilidad presupuestaria.

IU solicitó además en la iniciativa una auditoría pública de la deuda pública española, la reforma del sistema de módulos, y la derogación o reforma drástica del régimen fiscal especial aplicable a trabajadores desplazados a territorio español.

El debate tuvo su epílogo en la última proposición no de ley votada en la maratoniana sesión parlamentaria, reducida a un día por acuerdo de los partidos por la muerte de Adolfo Suárez, y que evidenció que el ambiente entre los grupos que forman la coalición estaba viciado.

El PSOE instó a la Junta a proponer al Gobierno central la vuelta de la aplicación del tipo reducido del IVA a las peluquerías, dada la importancia de este sector. Al debate acudieron representantes de la Federación de Peluqueros de Andalucía, que mantuvieron un encuentro con la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

IU consideró que la propuesta se quedó corta porque también se podría pedir para industrias culturales, productos de cosmética o de óptica, que también han visto incrementado su gravamen. No obstante la diputada de IU, Rosalía Martín, apoyó la iniciativa a pesar de criticar que el PSOE había rechazado esta misma propuesta de reducción del IVA en su proposición anteriormente debatida.