El PSOE de Málaga, el primero en saltar por los aires contra Juan Espadas
Es la provincia con mayor número de gestoras en las agrupaciones y está pendiente de resolver una crisis en Vélez-Málaga
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La frágil situación política en el PSOE andaluz ha empezado a romperse en la provincia de Málaga. Las críticas internas que están circulando por las agrupaciones socialistas por discrepancias en la gestión de la actual cúpula regional tras un ciclo electoral nefasto, se han hecho públicas en Málaga a raíz de la situación que está viviendo la agrupación de Vélez-Málaga, una de las más numerosas de la provincia.
El pasado 6 de mayo, dimitía la mitad de la Ejecutiva local del PSOE lo que permitía a la dirección provincial intervenir con una gestora. Sin embargo, y tras denuncias de presiones y engaños, dos de esos miembros revocaron su renuncia, ante la disconformidad de la dirección provincial socialista. La primera consulta a Ferraz resolvió que la Ejecutiva seguía en sus funciones. Sin embargo, en las últimas horas se han producido nuevas dimisiones y la Ejecutiva Provincial ha decidido poner una gestora presidida por el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, hasta que se celebre la asamblea.
Para tratar de salir del atolladero, la Ejecutiva local de Vélez-Málaga acordó la celebración de una asamblea de militantes el próximo 29 de julio para elegir una nueva dirección del partido en esta localidad de la Axarquía, una asamblea que ahora está en el aire.
La crisis interna de esta agrupación sería un asunto puramente local si no fuese porque es la evidencia de la situación en la que está el PSOE malagueño que dirige Dani Pérez, concejal en el Ayuntamiento de la capital y de la confianza del secretario general, Juan Espadas.
Porque Málaga es la provincia con un mayor número de gestoras en sus agrupaciones, cinco, entre las que se encuentran Torremolinos y Fuengirola, dos de las más importantes, además de Periana, Sierra Yeguas y Ardales, y esto sin contar la anunciada en Vélez-Málaga. A estas gestoras se suma la disolución de otras dos agrupaciones pequeñas, Benamocarra y Sedella, ya que todos sus militantes se dieron de baja en el partido.
La orden expresa de la Dirección Federal del PSOE es no provocar ningún conflicto interno hasta que termine el ciclo electoral actual que, si no hay sobresaltos en el Congreso de los Diputados, terminaría con las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Pero fuentes consultadas por este diario confirman que la situación se ha vuelto insostenible en Málaga, “no sólo porque somos residuales en las instituciones” (sólo gobiernan en una ciudad de más de 20.000 habitantes, Cártama) sino “porque Juan Espadas se está sirviendo de un senador por el Reino de España como es Víctor González, que es quien realiza todos los movimientos en la provincia”.
Los críticos con Juan Espadas en el resto de Andalucía consideran que estos movimientos evidencian que hay ya suficientes mimbres dentro de los socialistas andaluces como para plantear una alternativa. “El PSOE andaluz está desaparecido, destrozado”, comenta un dirigente de Córdoba quien asegura que hay un equipo conformándose y habrá un candidato para cuando sea posible el relevo de la actual Ejecutiva Regional.
El objetivo es, claro, llegar a las elecciones autonómicas de 2026 con una alternativa real a Juanma Moreno, reconstruyendo el PSOE andaluz tras la debacle en la que se encuentra, ya que a la pérdida del poder institucional, los críticos suman la falta de vida interna de las agrupaciones, el castigo al ostracismo de una buena parte de la militancia y, por lo tanto, la falta de peso en la dirección federal tal y como ha quedado demostrado con la lista a las elecciones europeas.
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