Los dirigentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) anunciaron acciones sorpresa durante su marcha reivindicativa a pie entre Hornachuelos y Córdoba y cumplieron con lo dicho. Así, la organización que lideran Diego Cañamero y el alcalde de Marinaleda y parlamentario andaluz de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, jugó al despiste desde el inicio de la caminata en la localidad meloja y, cuando casi todo el mundo daba por hecho que habría ocupación de la vía del AVE entre Córdoba y Sevilla, un grupo de jornaleros corrió justo hacia el lado opuesto y se metió de lleno en los jardines del Palacio de Moratalla, un bello espacio localizado junto a la carretera A-431.

Antes de que las fuerzas del orden pudieran reaccionar, unas 200 personas estaban ya en el interior del recinto, al que accedieron por una de las vallas laterales que se encontraba deteriorada. Este inmueble es propiedad de Ignacio Medina, duque de Segorbe, un empresario que ha adquirido varios edificios históricos en Andalucía para restaurarlos y darle uso hotelero.

"Es una ocupación no violenta y simbólica", declaró Sánchez Gordillo. Simbólica porque "por culpa de la nobleza andaluza el campo está atravesando actualmente una situación tal difícil", apostilló, y no violenta porque han entrado sin forzar la cerradura ni romper el candado para acceder a Moratalla. De hecho, Diego Cañamero explicó que la nobleza ha sido "una de las responsables del retraso económico de Andalucía" ya que, en vez de explotar, modernizar y rentabilizar sus tierras se ha dedicado a utilizarlas para el ocio y la caza.

La ocupación se prolongó a lo largo del día con la presencia de varios agentes de la Guardia Civil en la entrada del recinto, que no dejaba entrar a quien voluntariamente salía del espacio. Además, los jornaleros tomaron varios baños en la piscina del palacio ante, algo que se considera "una expropiación forzosa por las altas temperaturas", según declaró irónicamente Sánchez Gordillo.

Mientras tanto, el propietario del palacio ha renunciado a presentar denuncia alguna por la ocupación y confía en que los manifestantes cuiden los jardines, declarados de interés histórico en 1983 y tutelados por el Ministerio de Cultura.

La casa palacio de Moratalla ha experimentado en los últimos años varios trabajos de restauración para convertirla en un espacio turístico y de ocio y, según explicó a este periódico el director del complejo, Francisco Mulero, "no se trata de una finca agrícola en desuso".

Además, Mulero aclaró que el propietario, Ignacio Medina, "no es un gran terrateniente, sino un empresario y trabajador que tiene varios hoteles en edificios históricos que él ha recuperado y, con ello, ha creado muchos puestos de trabajo". En estos momentos, el palacio de Moratalla no funciona como hotel puesto que carece de la licencia para ello, de servicio eléctrico y de suministro de agua y sólo se alquila una parte del césped de los jardines para celebrar banquetes de bodas y catering externos. Por este motivo, el director del complejo Casa palacio de Moratalla consideró que el acto del SAT es simbólico y pidió que no se genere crispación con este hecho reivindicativo.

Por otra parte, Sánchez Gordillo explicó que, con las marchas que se han celebrado en Jaén y Córdoba y las que están previstas en el resto de las provincias andaluzas, el SAT reivindica que la deuda financiera la paguen los bancos y no los ciudadanos, que se deroguen todos los recortes sociales que han aplicado la Junta de Andalucía y el Gobierno central y que se prepare un plan económico que garantice, al menos, dos meses de empleo a todos los parados andaluces.

Además, los jornaleros reivindican un ajuste en la política de precios agrarios, que se elimine el requisito de 35 peonadas para poder cobrar el subsidio agrario y que las tierras en desuso pasen a mano de los trabajadores constituidos legalmente en cooperativas. Respecto a la ocupación de Moratalla dijo que "pueden venir a provocarnos, pero no nos vamos a ir, vamos a resistir pacíficamente, queremos una orden del juez".

Mientras, Diego Cañamero explicó que tras la rehabilitación del edificio de la finca, "las empresas no han pagado a los trabajadores y no cumplen el convenio", además de "explotar a los inmigrantes". Asimismo, pidió a los integrantes de la marcha que no toquen "nada del palacio, porque no es nuestro".

La Subdelegación del Gobierno en Córdoba confía en que la ocupación del caserío de Moratalla, en el término de Hornachuelos, a cargo de unas 200 personas de la marcha obrera organizada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), sea "simbólica" y "no se prolongue en el tiempo".

Nada más producirse la ocupación de esta propiedad, desde la Subdelegación del Gobierno en Córdoba indicaron que "se actuará con prudencia", aunque "si se pretende una ocupación definitiva se esperará a que los dueños denuncien la ocupación y se procederá al desalojo" -algo que no se produjo, ya que la propiedad declinó presentar una denuncia por estos hechos. En cualquier caso, la Subdelegación confió en que "la ocupación sea simbólica".