El comisario de Pesca, Joe Borg, presenta hoy a los ministros de Pesca de la Unión Europea en Luxemburgo una serie de "medidas de emergencia" para ayudar al sector pesquero a hacer frente a los elevados precios del carburante y a "minimizar" su impacto en el sector, después de que el sector en España, Francia, Italia y Portugal, reclamará ayudas. El Ejecutivo comunitario prevé adoptar una propuesta legislativa formal a principios del mes de julio.

Borg entiende que es necesario emprender una acción coordinada a nivel europeo para evitar una "crisis severa para la industria". Algunas de estas medidas incluye la derogación durante un periodo de dos años de algunas de las limitaciones al Fondo Europeo de Pesca de forma que los Estados miembros tengan una mayor flexibilidad a la hora de repartir las ayudas al sector, tal y como pedía España.

También contempla modificar el régimen de ayudas de minimis (ayudas de Estado) de forma que los 30.000 euros durante tres años previstos en la actualidad para cada empresa se apliquen a cada embarcación, estableciendo un tope de ayudas por empresa de 100.000 euros. Asimismo, Bruselas prevé ayudas para que el cese temporal sea posible para aquellas embarcaciones incluidas en los planes de reestructuración y ayudas parciales para la sustitución de grandes barcos antiguos por otros menores y de mayor eficiencia energética.

Para el Ejecutivo comunitario es "vital" centrar la ayuda en las embarcaciones sujetas a una mayor dependencia del carburante y a la flota más afectada.

Por ello recomendará que los Estados miembros puedan establecer planes de reestructuración de la flota. que eliminen toda limitación al acceso de primas por el cese permanente de la actividad.