Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

Andalucía

El anverso del 'efecto ZP'

  • La fiesta del bautizo de Griñán se ha acabado, al PSOE andaluz le pesan más los errores de Madrid que los propios: seis de cada 10 votantes socialistas rechazan la subida fiscal

UN sondeo electoral es eso: una cata virtual de la opinión de los votantes. No hay modo de contrastar su resultado con la realidad hasta que pasen las elecciones, y para las autonómicas aún quedan tres años. Ahora bien, como en casi todas estas aproximaciones demoscópicas, la tendencia cuenta más que el dato fijo, y la línea que dejan los cuatro sondeos del Barómetro Joly desde otoño de 2008 hasta ahora indica que el PP andaluz va recortando distancias de un modo muy serio al PSOE de José Antonio Griñán.

Si hasta el mes de junio el apoyo de los populares se mantenía en torno al 39%, y el de los socialistas, sobre el 45% ó el 46%, es a partir de este verano cuando el recorte se acelera significativamente, de tal modo que los siete puntos de diferencia se han convertido en octubre en cinco décimas; es decir, medio punto. Algo grave, por tanto, habrá tenido que ocurrir. Pongamos por caso que, como el Barómetro Joly indica, los encuestados son más pesimistas que en junio respecto a la situación económica, que creen que el clima político ha empeorado desde entonces y que todo ello ha provocado que la sensación de desánimo haya vuelto a ser la misma que en febrero de 2009. De acuerdo, es así, pero el caso es que ese mes el Barómetro Joly otorgaba aún al PSOE una diferencia de 7 puntos.

¿Qué ha ocurrido desde este verano para que el PSOE haya obtenido tan malos resultados a pesar de que el cambio de Chaves por Griñán fue muy bien acogido por la opinión pública? Es posible que la razón resida más en Madrid, que en Andalucía, es el anverso del efecto Zapatero. Lo explicaremos:

Si en el año 2004, el PSOE andaluz, con Manuel Chaves al frente, fue capaz de recuperar la mayoría absoluta en un caso prácticamente inédito en la historia electoral de un Gobierno (lo normal es que las caídas no tengan retorno), se debió a lo que pasó en el conjunto de España: un líder nuevo, llamado José Luis Rodríguez Zapatero, fue capaz de reconducir el malestar general que produjo la guerra de Iraq y la gestión de los atentados del 11-M a favor suyo y en contra del sucesor de José María Aznar, Mariano Rajoy. Zapatero ganó el Gobierno de España y arrastró una ola de favor hacia el PSOE que barrió todas las comunidades, incluida Andalucía, donde las elecciones, además, se celebraban el mismo día. Chaves se vino arriba por el efecto ZP.

Andalucía es una de las comunidades autónomas que mejor reflejan el comportamiento del conjunto del país. ¿Y qué ha pasado desde junio? Pues que Zapatero ha enseñado su anverso, que sufre un deterioro de su imagen desde finales del verano, cuando se reveló la descoordinación entre los distintos departamentos de su Gobierno y cuando la única respuesta a la brutal caída de ingresos ha sido, al final, una subida impositiva lineal que no considera los grados de renta. Y que aún es más sangrante cuando todavía hoy la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, defiende que la reforma fiscal la asumirán los ricos.

Y no, no es una opinión: es que seis de cada 10 votantes que se reconocen que votaron a Zapatero en 2008 están en contra de la subida de impuestos. Y ése es el problema: que el electorado socialista, los militantes y los dirigentes del PSOE andaluz han andado muy desconcertados desde el verano. Uno de los responsables del Partido Socialista en Andalucía lo explicaba así hace unos días: "Lo que no es normal en estos tiempos de crisis es que los sindicatos estén contentísimos, en algo deberían de estar en contra de nosotros, al menos en algo". Un parlamentario andaluz con más de 10 trienios en el PSOE dice: "A Zapatero le falta la visión de Estado que llegó a tener Felipe, que era capaz de guardar la ideología en el cajón y afrontaba las crisis con medidas impopulares".

Lo mismo podría decirse de otras medidas del Gobierno: casi nadie de los de la vieja escuela del PSOE, por ejemplo, está a favor de que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin que los padres sean informados. Esta concatenación de errores, fallos de comunicación e intentos de negar la evidencia llega a Andalucía en forma de empate virtual entre el PSOE y el PP.

Zapatero es consciente de ello, y ya en septiembre pidió al vicepresidente Manuel Chaves -que fue enviado a Madrid a un retiro tranquilo- que se convirtiera en una suerte de portavoz gubernamental. Es más que probable, y eso creen en algunos sectores del PSOE andaluz, que Zapatero vuelva a hacer una crisis de Gobierno después de la Presidencia de la UE. El trabajo de campo del Barómetro Joly de otoño se realizó antes de que se revelara un tercio del sumario del caso Gürtel , y es posible que el PP, en general, también comience a notar cierto deterioro, pero la dirección del PSOE volvería a errar si ve su salvación en los fallos ajenos.

Pero Griñán y su equipo harían mal en no sentirse aludidos. El presidente ha bajado su popularidad, del 5,7 al 5,1, mientras Javier Arenas sale intacto, aunque suspende. El Barómetro Joly de octubre también denota cierto desencanto ante las expectativas que se abrieron con la llegada del nuevo presidente. Nadie, como Griñán, tuvo tantos a favor, lo valoraban bien hasta los votantes del PP. El presidente es un magnífico comunicador, pero su presencia pública o es escasa o tiene poca repercusión electoral. Y los consejeros llamados a ocupar sus segundos puestos apenas tienen perfil político o, al menos, sólo se los ve el presidente. Y ése es el tercer gran problema: que puede que tengan razón, pero comunicar, comunican mal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios