Andalucía

Sevilla-Cádiz: Una autopista sin salidas en caso de catástrofe

Árboles caídos en la AP-4

El último día de diciembre de 2019 se suprimió el peaje de la autopista Sevilla-Cádiz (AP-4) después de medio siglo de concesión. Quien era entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos, adelantó que la carretera que pasaba a ser de titularidad estatal debía contar con nuevas salidas y accesos. Cuatro años después, el tráfico ha aumentado por la autopista, los atascos son habituales, pero su trazado sigue siendo el de una ratonera; construida para pagar y circular, en caso de colapso se hace casi imposible salir de la vía por la falta de desvíos y por el blindaje de su mediana. Las consecuencias de la borrasca Bernard, como dos incendios ocurridos en los veranos de 2023 y 2022, indican que el riesgo va algo más allá de tener que esperar dos o tres horas en el asfalto.

La borrasca Bernard vino acompañada este domingo de una alerta naranja por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), a causa de los fuertes vientos y de fenómenos costeros, pero sus consecuencias han superado a lo esperado. El frente ventoso arrancó y tiró miles de árboles en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, donde muchas ciudades y pueblos vieron alterada su circulación a causa de los obstáculos. También las carreteras.

La circulación por la autopista AP-4 comenzó a ser peligrosa pasadas las 18:00 horas del domingo. Ramas y troncos caídos por el viento obstaculizaban los carriles en varios puntos, pero una hora después un árbol de grandes dimensiones cayó cerca del área de descanso del Cerro del Fantasma, lo que obligó a detener la circulación en sentido Sevilla. En pocos minutos, el atasco ya era kilométrico. Como en otras ocasiones, no había modo de salir de la autopista, porque la mediana está blindada y las salidas se cuentan con los dedos de la mano a lo largo de sus 120 kilómetros.

Alguien abre una cancela

Aquellos que habían parado en la estación de servicio del Cerro del Fantasma tuvieron un poco de suerte. En principio. Un trabajador del área abrió una cancela que conecta la zona de la gasolinera con una carretera trasera, que se dirige o hacia Las Cabezas de San Juan o hacia la nacional cuarta, la A-4.

Una larga fila de coches comenzó a circular en dirección a El Torbiscal, punto donde la A-4 lleva hasta Sevilla. Sin embargo, en la conocida como recta de Los Palacios las ramas de los eucaliptos entorpecían la conducción. Cerca ya del municipio sevillano, un gran tronco caía y dejaba cortada la carretera en ambos sentidos. La cola de los huidos de la AP-4 volvía a reproducirse en las cercanías de Los Palacios.

Quienes lograron escapar del atasco de la AP-4 terminaron en otro corte de la Nacional

A diferencia de lo ocurrido en la autopista, la Guardia Civil sí llegó pronto, colocó señales luminosas e indicó, a quien quisiera, que podía invertir el sentido para retroceder hasta un cruce que llevaba a Utrera, y de Utrera a Sevilla. Una buena alternativa, porque el árbol iba a tardar tiempo en ser retirado.

Sin embargo, había muchas ramas tiradas en los dos sentidos de la A-4, de tal modo que decenas de vehículos se vieron obligados a entrar en Maribáñez, una pedanía de Los Palacios, pueblo de colonización conocido por una reciente serie de televisión, donde la luz se había ido a causa de la borrasca. Con más árboles caídos en las calles del pueblo, Maribáñez se atascó sobre las nueve de la noche, de tal modo que sólo la ayuda de sus vecinos procuró una dificultosa salida de la pedanía para intentar recuperar la circulación hacia Utrera.

Maribáñez, sin luz y con más árboles caídos en sus calles, se atascó con conductores perdidos que intentaban llegar a Utrera

Fueron cuatro horas de viaje, tantas como las de quienes se quedaron atascados de todo en la autopista. La borrasca sólo provocó incomodidad y una grave alteración de los horarios, pero no hubo tantas molestias como en verano, cuando se soportan temperaturas de 40 grados y la compañía insistente de los mosquitos marismeños.

La AP-4 en dirección Cádiz sólo tiene dos salidas hasta llegar a Jerez. Una muy cerca de Sevilla, la de Los Palacios, y la siguiente que lleva El Cuervo. Hacia este pueblo sevillano se puede salir, pero sus vecinos no tienen acceso a la autopista. No existe. En sentido contrario, hacia Sevilla, una vez pasado Jerez, hay que esperar hasta Las Cabezas para poder salir. Una vez pasado este municipio, ya no hay otra salida hasta Los Palacios.

Este trazado de peaje supone un peligro en caso de incendios forestales, como los que hubo el pasado verano y el anterior. En 2023 ardió el pinar de Las Canteras, en Puerto Real, y el fuego atravesó la autopista, pero en las cercanías de la Bahía de Cádiz hay más salidas. Y en 2022 ocurrió algo similar cerca de Jerez, donde ardió una zona cercana a Viveros Olmedo.

El Ministerio de Fomento tiene previsto construir un tercer carril para disminuir los colapsos, que son habituales casi todos los días de verano, pero eso no acabará del todo con los problemas. Muchos alcaldes y las patronales empresariales de Sevilla y Cádiz quieren que el Gobierno desdoble también la Nacional IV, lo que permitiría desviar mucho flujo de vehículos hacia esa carretera, a la vez que interconectar ambas. 

  

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