Elecciones Andalucía

Inma Nieto: Serenidad para ilusionar a la izquierda

  • Inma Nieto sube un escalón en su carrera después de años de trabajo riguroso en el Parlamento y será la candidata de la izquierda unificada pese a la dificultad del acuerdo

Inma Nieto.

Inma Nieto. / Rosell

Cuando Inma Nieto (Algeciras, 1971) supo que iba a tener que pasearse por la Feria de Abril de Sevilla, ya señalada como posible candidata por gran parte de la izquierda andaluza, se dio cuenta de que no era precisamente una experta en elegir qué ropa ponerse para el escaparate de vanidades que es el real del barrio de Los Remedios. Se lo comentó a sus colaboradores, que tiraron de agenda para preguntarle a una periodista experta en moda flamenca qué podía ponerse Nieto para pisar el albero. Entonces todavía no era consciente de que iba a tener que acompañar a Yolanda Díaz bajo el cielo de farolillos rojos y blancos. Entre ella y su hija casi adolescente adaptaron los consejos de la periodista –a la que luego agradeció el asesoramiento en sus redes sociales– y decidieron qué modelo utilizaría la ya cabeza de lista de la coalición Por Andalucía. Así se llama la alianza de fuerzas de izquierda que concurrirá a las elecciones del 19 de junio, salvo que el problema con los plazos de registro en la Junta Electoral dé al traste con el acuerdo in extremis al que llegaron los seis partidos a última hora del pasado miércoles.

La meticulosidad con la que Nieto eligió qué ponerse para la Feria de Abril la aplica esta algecireña en todos los ámbitos de su carrera política, pero también personal. “Es muy rigurosa, conoce las cosas desde el fondo, no de oídas; siempre pide información”, explica Nuria López, secretaria general de CCOO-A, el sindicato en el que milita Nieto. El escritor Juan José Téllez también apunta a esta “tenacidad” que lo llevó a él mismo a hacer algo que nunca pensó, presentarse a unas elecciones municipales cerrando la lista que encabezaba la propia Nieto. “En un mitin con ella dije que a una persona se le pueden pedir 5.000 pesetas, pero no el voto; las 5.000 pesetas se pueden devolver, pero la ilusión de un voto, no”, rememora el algecireño, que conoce a la dirigente izquierdista desde su juventud porque tenía amistad con su padre, Carlos Nieto.

Esa ilusión por el voto es lo que debe despertar Nieto entre los ciudadanos que han optado tradicionalmente por las izquierdas, pero que han vivido un sinfín de luchas intestinas entre los dirigentes de sus partidos y que pueden ser víctimas de la desafección. Sobre todo ante la expectativa de que las expectativas no son muy halagüeñas, según las encuestas que se van conociendo. “Es una candidata sin aristas”, admite Téllez. Nuria López va más allá y asegura que una líder “cariñosa y empática” es lo que necesita el actual tablero político andaluz en lugar de “tanto espectáculo”.

Inma Nieto, en los pasillos del Parlamento. Inma Nieto, en los pasillos del Parlamento.

Inma Nieto, en los pasillos del Parlamento.

El perfil sereno que ha cosechado Inma Nieto desde que asumió el liderazgo de Unidas Podemos en el Parlamento ha sido clave para que en su propia organización hayan concluido que era la mejor opción para liderar a la izquierda andaluza. Las intervenciones de la política algecireña en las sesiones de control al presidente son, muchas veces, las más incómodas para Juanma Moreno, como deja ver el jefe del Ejecutivo en sus respuestas. Hace sólo unos meses, en el entorno de IU Andalucía se daba por hecho que la apuesta sería el actual coordinador general, Toni Valero, dado que Alberto Garzón se borró del cartel cuando arreciaron los rumores. La situación ha ido virando poco a poco hasta que se produjo el cambio.

"Era el mejor cartel electoral para este momento", apunta Pedro Ortega, actual jefe de comunicación de la Secretaría de Estado de la Agenda 2030 y colaborador estrecho de Nieto durante la pasada legislatura y el principio de ésta. Pero la propia Nieto era consciente de que su tiempo en el Parlamento, salvo sorpresa, iba camino de agotarse. Es la más veterana de los diputados de IU, ya que entró en la Cámara en las elecciones de 2012. Y los estatutos de la federación de izquierdas establecen una limitación de dos legislaturas y una tercera de forma excepcional, por lo que sólo podría continuar si era elegida candidata. "Es un patrimonio de IU que no podíamos mandar a casa", señala Ortega, que ensalza el conocimiento que tiene Nieto de la Cámara, su capacidad en la gestión de equipos y lo relevante que son ambas cualidades en el trabajo diario en política andaluza.

Inma Nieto, con Juan Bravo en el Parlamento. Inma Nieto, con Juan Bravo en el Parlamento.

Inma Nieto, con Juan Bravo en el Parlamento. / M. J. López / EP

Sus relaciones con el resto del arco parlamentario

Nieto tiene buena relación con gran parte del arco parlamentario. Especialmente intensas con parte de la nueva dirección del PSOE andaluz, como la también portavoz Ángeles Férriz. Pero también con políticos del otro lado del espectro ideológico, como los populares José Antonio Nieto o Pablo Venzal. Es habitual verla con el almeriense compartiendo bromas en los patios del viejo Hospital de las Cinco Llagas. También ha cosechado una relación de confianza con el consejero Jesús Aguirre, ya que Nieto ha sido portavoz de la Comisión de Salud. "No es sectaria y esto es muy importante", dice Téllez, que reconoce que, muchas veces, las personas de ideología marcada caen en este error que Nieto rehúye en sus relaciones.

El trabajo codo con codo también hizo germinar una amistad con Plácido Fernández-Viagas Bartolomé, hijo del presidente de la Junta preautonómica y letrado del Parlamento, al que IU ha propuesto que se homenajee poniendo su nombre a la biblioteca del legislativo. La reciente pérdida de Fernández-Viagas Bartolomé ha sido uno de los malos momentos que ha pasado Nieto en estos últimos años. En lo peor de la crisis de Adelante Andalucía –cuya gestión por parte de Nieto ha generado no pocas desconfianzas hacia ella en otras fuerzas de la izquierda–, Nieto perdió a su madre después de una enfermedad que la hacía ser dependiente de Nieto. Poco antes, uno de sus mejores amigos, Andrés Castillo, falleció a causa del Covid. En sus días libres este militante de CCOO y el PCA del Campo de Gibraltar acompañaba a Nieto en sus viajes en coche de Algeciras a Sevilla para que no fuera sola en el coche.

En estos momentos complicados ha tenido el apoyo de su marido, Manolo Triano, secretario general de CCOO en el Campo de Gibraltar. "Los dos son uno", apunta Pedro Ortega. Ambos son muy amigos de María Jesús Montero, que conoce al marido de Nieto por su militancia en las organizaciones juveniles comunistas. La pareja estuvo en la boda de la ahora ministra, que también acudió a la unión de Nieto y Triano. La conciliación para criar a esa niña adolescente sería imposible sin la implicación del marido de la ahora candidata, sobre todo si se tiene en cuenta que está acabando la carrera de Derecho en la Universidad de Cádiz después de estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Granada y hacer un máster en Administración Pública. Y a ello, durante mucho tiempo, tuvo que sumar el cuidado de su madre y una lesión provocada por una caída la tuvo varias semanas en silla de ruedas y, después, andando con muletas.

Ahora Inma Nieto, que comenzó su carrera institucional como concejal en Algeciras en 2007, se enfrenta al reto de ilusionar a la izquierda desde un perfil "no es estridente, pero sí contundente", define Nuria López, de CCOO. Enfrente tendrá la desconfianza provocada por una negociación que aún no ha terminado a cara de perro y una pugna nacional por la reconfiguración de la izquierda. Las andaluzas del 19 de junio serán la primera piedra de toque y la algecireña será quien lleve la batuta para intentar, con la serenidad que la caracteriza, que la izquierda no tenga que "recobrar la fe y peregrinar a Lourdes" para ilusionar, "resetear las utopías" y convencer a los "desafectos", en palabras de Téllez.

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