"Mamá, ¿a quién has votado? Niño, esto es una cosa muy seria". Este pequeño se quedó ayer sin saber a quién había votado su madre, a quien insistía en preguntar sobre el hecho de votar nada más salir del colegio electoral en el barrio del Zaidín. Le había llamado poderosamente la atención pero todavía le quedan unos años para saber lo que significa pese a que lo que se votó ayer seguro tendrá trascendencia para su futuro.

Esta madre fue una de las miles de personas que ejerció ayer en Granada su derecho al voto y que participó en unos comicios que pasarán a la historia por la entrada de los nuevos partidos y por las expectativas de cambio. Una importancia que no todos vieron porque la participación no cambió mucho respecto a las anteriores municipales: un punto menos en la provincia y cuatro en la capital. Los candidatos y afines votaron todos, pero más de la mitad de los granadinos siguen desinteresados por la política.

La jornada fue tranquila y a las ocho de la mañana se pudieron constituir todas las mesas electorales (1.083) sin problema, a las que estaban llamados los 711.241 granadinos con derecho a voto en la provincia. El objetivo: la elección de 1.774 concejales.

En las puertas de los colegios se vio de todo. Desde los que entraban con su voto ya en la mano traído de casa hasta los que elegían la cabina para coger su voto o los que lo hacían en las mesas a vista de todos. También pasaron los que se entretenían hablando un poco de política y vaticinando resultados y los que lo hacían a toda velocidad para continuar con sus planes de domingo. No faltaron los que fueron con los nietos o los hijos para que estos metieran el sobre 'jugando' a ser mayores y los que con su acreditación de apoderado o candidato presumían de siglas.

A las puertas del colegio de los Salesianos del Zaidín se podía tomar el pulso de la jornada con hablar con los votantes. Porque, como en todos los colegios, había de todo. Por allí pasó el matrimonio formado por Ángela Serrano y Enrique Guirado. Mientras él votaba, ella resaltaba lo "importante" que es ejercer el derecho al voto más si cabe este año "para ver si salimos" de la situación que vivimos, aunque reconoce que "la gente se vuelca más en las generales" que en las municipales. Sobre los resultados, vaticinó un "batacazo" de algunos de los esperaban arrasar. Fuera lo que fuera, insistió en que "lo importante es votar" para luego poder quejarse o reclamar si la gestión no interesa. Su marido también resaltó la importancia de votar, "más este año por la campaña contra el bipartidismo", que criticó. Fue muy claro. Para él, "con dos partidos es suficiente". Sobre la participación, auguró que sería igual que siempre porque la gente joven sigue sin implicarse en la política.

Contraria a esta defensa del bipartidismo se mostró, minutos antes, Candelaria Fernández, una veterana que a su edad aseguró estar "hasta los pelos" de campaña. Aunque ahí estaba, ejerciendo su derecho al voto esperanzada en un cambio de rumbo. "Todo hay que cambiarlo en la vida. Se necesita. No va a ser siempre PP o PSOE, como el Madrid o Barça, siempre uno u otro. A ver si cambiamos y hacen algo", aseguró tras criticar la gestión de los políticos y la corrupción.

Entre los jóvenes a los que siempre se critica su poca participación estaban José Antonio García y Marta González. Para ella, este año la campaña ha sido "más suave" que otras ocasiones y la ha seguido menos, pero eso no le impidió ir a votar, "que siempre es importante". Para él la gente tiene más expectación en las elecciones nacionales aunque las de la localidad tengan más repercusión directa en los ciudadanos. "En las locales se vota más a la persona que al partido". También reconoció el argumento general de buena parte de la población de la necesidad de acotar el bipartidismo.

César Muñoz se estrenaba ayer como presidente de mesa y en un impás para el desayuno contó que ha seguido este año la campaña con más intensidad por su responsabilidad en la mesa aunque al final todos los partidos "dicen lo mismo".

Votantes en la capital pero también en el resto de la provincia, que aunque haya tenido menos repercusión mediática también decidió su futuro en los ayuntamientos, lo que ha marcado también el gobierno de la Diputación provincial.

En Alhendín votó Lucía Fernández, que cree que las elecciones municipales interesan "menos" por ser "los mismos partidos". Con todo, auguró que "los partidos emergentes sacarán concejales en los ayuntamientos chicos y medianos. Podemos y Ciudadanos sacarán y el PSOE va a subir", dijo. Elena Fernández sí se ha interesado en seguir la campaña para justificar su voto, que tenía seguro y que depositó en Churriana.

Anécdotas hubo algunas como la sorpresa de los miembros de las mesas cuando los candidatos de la capital, políticos, consejeros o 'personajes' reconocidos llegaban con el séquito de asesores y medios de comunicación pendientes de captar su imagen.

Entre las incidencias en la provincia, la de un colegio electoral de Baza que tuvo que paralizar durante varios minutos la votación después de que una mujer introdujera en una urna dos sobres, en lugar de sólo uno. Ocurrió sobre las 10:30 horas en el antiguo colegio Álvarez Lara y se solventó en "no más de diez minutos" ya que en ese momento la urna contenía muy pocos sobres, pertenecientes a dieciséis electores. La mujer introdujo en la urna dos sobres que iban "muy pegados" y, al percatarse del error, los presentes, con el visto bueno del presidente, los vocales, los interventores y el representante de la Junta Electoral de Zona, decidieron extraerlos de la urna, ya que estaban localizados y visibles.

Posteriormente, invitaron a la electora a que utilizara una de las cabinas para elegir de nuevo su voto, que finalmente pudo introducir correctamente en la correspondiente urna.

Anécdotas y curiosidades de una jornada electoral que siempre es histórica y en la que la participación es la clave.