Una mujer de armas tomar
La alcaldesa Inmaculada Gil se presenta a la reelección después de una legislatura en la que sólo tuvo el apoyo de su cuñado
La galería de fotos antiguas que se puede contemplar en el bar España, situado en la plaza principal de El Bosque, frente al Ayuntamiento, es casi un estudio etnográfico en el que habitan barberos, quintos y mulos. Destaca una imagen de lo que hemos dado en llamar la España profunda. Se trata de un cochino camino del matadero custodiado por un guardia municipal. "Antes todos los cochinos que iban a la matanza tenían que llevar a una autoridad. Ahora los municipales, en vez de custodiar a los cochinos, custodian a los alcaldes cuando van al matadero", bromea con un deje de desprecio un parroquiano para mostrar su desapego hacia la política.
Antonio Ramírez, que ha sido alcalde durante muchos años de El Bosque, debe saber algo. Pasea tranquilamente por el pueblo, entre la propaganda electoral que cuelga de las fachadas. Aunque va en las listas del PSOE, lo hace en un puesto muy bajo, un puesto que haga imposible su elección como concejal. "¿Lo echas de menos?". "¿Echarlo de menos? Ni un poquito, te lo aseguro", aunque aprovecha para hablar bien de la joven candidata socialista, una joven de su tiempo en el sentido de que tiene su carrera universitaria y se ha tenido que ganar la vida de camarera o dando clases particulares a los chavales. Con los 27 años que tiene Pilar García su primer sueldo fijo con un contrato de cuatro años será el de alcaldesa, si es que consigue arrebatársela a Inmaculada Gil. Y eso ya lo veremos.
Parece increíble que Inmaculada Gil haya conseguido terminar la legislatura al mando del Ayuntamiento. Tuvo un motín a bordo en 2013 y todo su grupo municipal (tres) se marchó, le retiró el apoyo, le bajó el sueldo hasta hacerla una alcaldesa mileurista. Es decir, el único miembro del grupo popular del ayuntamiento de El Bosque era Inmaculada Gil. ¿En quién se apoyó? A veces la familia es importante: en el marido de su hermana, Miguel Hinojo, teniente de alcaldesa para todo y cabeza de lista por el Partido Andalucista. En eso y en los fondos generosos que llegaron de Diputación. Porque en el PP creen en ella e incluso ella misma cree mucho en ella. Es una mujer atractiva, que daba bien en televisión y fue muy sonada en el pueblo su aparición en un programa concurso de Cuatro, Dale al REC, en el que el dinero ganado era para quitar algunas telarañas de las arcas municipales. Con el dinero que se consiguió se intentaría mover la bolsa de empleo municipal, que ahora tiene una lista de espera de 35 nombres para albañilería, 74 para limpieza de calles, 30 para ayuda a domicilio y otros 30 para instalaciones deportivas. Eso fue antes del motín. Desde entonces, la oposición se queja de sus malos modos en los plenos municipales. "Tiene un genio la señora...", afirma un vecino en la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento.
Es aquí donde se concentra la mayor parte de la propaganda electoral. Y tampoco los partidos parecen tener mucho presupuesto porque en las vallas instaladas para pegar carteles resisten algunos muy antiguos, como el que cuenta con la foto de Willy Meyer como candidato de Izquierda Unida a las elecciones europeas. En el cartel de Manuel Hinojo, el cuñado de Inmaculada, el candidato del PA, se afirma que hay bque votarle "por su trabajo, constancia honradez". Y en el pueblo no lo niegan. Recojo opiniones que van desde que Manuel es "un buenazo" hasta que es "un poco calzonazos".
Y sí, de su honradez nadie duda, aunque Gaspar Corbacho, que fue del PSOE, de Izquierda Unida y que arrancó una concejalía en las últimas elecciones con un partido de independientes , no para de denunciar irregularidades municipales. Corbacho es un personaje peculiar al que siempre se le ocurren nuevos negocios. Tuvo la idea de una piscifactoría, lo dejó y ahora, la última, cuentan en el pueblo, son unas cabras en el monte que él pastorea desde un parapente. "Tengo un técnico en la delegación para mí solo", dice medio en serio medio en broma. Hablamos con él en una gasolinera cuya licencia él ha puesto en duda por encontrarse sobre una cañada, igual que ha puesto en duda el estadio de fútbol o unos chalés. "Cuando alguien construye sin licencia y hay que derribar el que paga es el que lo ha hecho, pero si uno construye con licencia y la licencia está mal dada el que paga es el Ayuntamiento. Y a este ayuntamiento- asegura- no paran de caerle multas".
Otro vecino que no quiere que salga su nombre porque "en estas cosas de política nunca se sabe" analiza la situación del pueblo: "Aquí el problema del pueblo es la al alcaldía, que están todos los días a la gresca. Siempre discutiendo y la casa sin barrer, que mira, cuándo se ha visto el pueblo tan sucio como está ahora". Y señala algunos papeles por el suelo y unas pocas naranjas que han caído de los árboles.
Uno de los alicientes de El Bosque es el turismo. La propia alcaldesa cuenta con plazas de turismo rural, plazas históricas, las de Casa Gil, fundada por su familia hace varias décadas, pioneros en este sector. El otro establecimiento con tradición es el hotel Las Truchas, donde trabaja Ana, recepcionista y número 9 por las listas del PSOE porque piensa que "tenía que comprometerme a que las cosas mejoraran. Por ejemplo, en el hotel". Las Truchas es una delicia de hotel, a pie del río. Forma parte de la cadena de establecimientos hoteleros de Diputación, Tugasa, que acometió un duro ajuste de personal hace unos años. En concreto, en Las Truchas pasaron de 15 empleados a 10. "Y las 27 habitaciones en temporada alta están siempre llenas. Lo que pasa es que suelen venir clientes de toda la vida, incluso abuelos que descubrieron hace mucho el hotel y ahora traen a sus nietos para que lo conozcan". Ana piensa que El Bosque necesita un impulso en ese sentido. "Tenemos que promocionarnos, que la gente sepa que estemos aquí. No podemos seguir viviendo de los clientes de siempre".
Sin embargo, la falta de empleo ha llevado a la gente del pueblo a poner su casa para conseguir ingresos. En El Bosque es altísimo el número de casas rurales que se ofrecen por facebook pero que no figuran como establecimientos declarados. Es la competencia de Las Truchas, lo que le hace de algún modo languidecer pese a algunas pequeñas inversiones realizadas últimamente.
En el pueblo observan la polución electoral con curiosidad. "Muchos partidos para ser menos de 5.000 vecinos". Y lo que quieren es que no se peleen tanto. Y que Inmaculada no tenga tan mal genio.
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