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Andalucía

Ya hay más niños integrados en familias que en centros de acogida

  • En 2016 hubo 3.372 hogares disponibles para los menores tutelados por la Administración

Ya hay más niños integrados en familias que en centros de acogida

Ya hay más niños integrados en familias que en centros de acogida

Cuenta Jesús Jiménez Morago, profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, que en materia de atención a los menores tutelados por la Administración, la tendencia histórica española pasaba por internar a los niños en grandes instituciones cuando sus familias no podían cuidar de ellos. La situación ha cambiado. Los "macrocentros" que recuerda este investigador son cosa del pasado. La muestra es que, en Andalucía, el año pasado el número de menores bajo el amparo de la Junta que recibieron medidas de integración familiar en 2016 casi dobla a la cantidad de niños que vivieron en centros de protección.

Los números son claros. 4.080 menores pasaron por algún tipo de acogimiento familiar -de urgencia, temporal, permanente o especializado-; mientras que 2.139 pasaron sus días en uno de los edificios que dedica la Administración a dar un alojamiento a estos niños. También hay que tener en cuenta que hay un pequeño número -198- de menores que, aunque viven en centros, forman parte del programa de familias colaboradoras, es decir, que pasan parte del tiempo en un hogar convencional.

La tendencia, según explica Jiménez Morago, es que los centros cada vez estén más especializados y sean más pequeños, lo que permite una atención personalizada. Pero este profesor de la Universidad de Sevilla insiste en que la integración familiar tiene ventajas respecto al modelo tradicional de centros. Además, la legislación lo fomenta. Según explica este experto, la legislación no permite el ingreso en instituciones para los menores de tres años y la idea es ampliar el límite hasta los seis.

Además el caso español tiene una serie de características especiales que lo separa de algunos países del entorno. Por ejemplo, detalla Jiménez Morago, el porcentaje de menores que viven con parientes cercanos -familia extensa, según el argot de la Administración- es mucho mayor países mediterráneos, como España, que en el norte de Europa.

A pesar de que la legislación lo fomenta, el número de acogimientos familiares creció en España de forma paulatina hasta que llegó la crisis económica. El investigador de la Hispalense lo achaca a los recortes que se vienen produciendo desde 2008. Sin embargo, la apuesta de las administraciones se mantiene. Un ejemplo es la campaña que la Junta ha puesto en marcha recientemente. Con el lema "Siempre en familia: acoger, adoptar, ayudar", la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales se puso como objetivo concienciar a la población para que aumente el número de familias disponibles para acoger a estos niños. El éxito dependerá de si, a final de año, se queda corta la cifra de 3.372 hogares andaluces que ayudaron a estos menores en 2016.

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