La salida al exterior y la búsqueda de otros mercados se ha convertido en una aliado para muchas empresas ante la complicada situación económica de España. Cada vez son más las industrias que están fijando nuevas oportunidades de negocio pero, en el caso del empresario cordobés Antonio Jurado, su propuesta va mucho más allá que una estrategia empresarial. Jurado, que se dedica al sector de las instalaciones eléctricas desde hace 20 años, ha iniciado recientemente una nueva aventura en Mauritania, donde está llevando la luz -a través de energías renovables como la solar y eólica- y las conducciones de agua a poblados y ciudades en vías de desarrollo. Jurado define su proyecto como una "revolución medio industrial" para este país, cuyo gobierno está haciendo una gran apuesta por las energías renovables.

Mauritania se encuentra en la región africana del Sahel y, pese a que tiene el doble de extensión que España, apenas llega a los cinco millones de habitantes. La capital, Nuakchot, cuenta con sólo 50 años de vida y existe mucha distancia entre unos pueblos y otros, entre los que media prácticamente el desierto. "Hay mucho desorden urbanístico", asegura Jurado, que ha realizado varios viajes a este país para revisar el proyecto. "Algunas calles están asfaltadas, otras siguen siendo caminos", cuenta este empresario. No hay iluminación pública ni llega el agua potable. En la capital -que es la zona más desarrollada- acceden a la luz a través de un grupo electrógeno de diésel, por lo que la llegada de la electricidad es todo un descubrimiento.

Jurado trabaja para el Gobierno de Mauritania a través de un programa especial para el desarrollo de las energías renovables. Conoció el proyecto cuando una empresa malagueña (ADJ Ditec) se puso en contacto con él para ofrecerle esta aventura empresarial. "Mauritania tiene todas las condiciones para el aprovechamiento de este tipo de energía", apunta el empresario pues "el viento es perfecto" y también hace mucho sol, ya que tienen un clima seco. Con estas características, el empresario se puso manos a la obra y en estos momentos está centrado en varias cuestiones. Por un lado está construyendo pequeños campos solares que generen electricidad para el uso doméstico. Esto supondrá para la población que puedan usar electrodomésticos y pueda haber más comercios e industrias, ya que su economía se basa principalmente en la agricultura. Precisamente en el ámbito ganadero se centra otro de sus proyectos, el de construir abrevaderos y puntos ganaderos en el que sitios inhóspito se convierten en auténticos oasis. Se trata de acondicionar la zona para que el ganado -camellos principalmente- puedan descansar y beber agua. "Se dice que estos animales pueden aguantar mucho tiempo sin beber, pero está demostrado que si se alimentan tienen un mayor rendimiento y la leche es mejor", explica Jurado. En cuanto a los cultivos agrícolas la empresa cordobesa -junto con la malagueña- está desarrollando un sistema de riego por bombeo basado también en energía solar para mejorar la producción y el rendimiento.

La pesca es otro de los puntales de la economía de Mauritania, pues cuenta con uno de los caladeros más importantes del mundo, pero tienen todavía unos instrumentos muy rudimentarios. En este campo se incluye uno de los proyectos más importantes que está desarrollando y es que, a través de sistemas de energía solar y eólica, desarrollar un complejo sistema de desaladoras de agua que permita conservar el pescado, algo que hasta ahora no se podía hacer.

Jurado asegura que las energías renovables, teniendo en cuenta las continuas subidas de la luz, son mucho más rentables. "A nosotros ya no nos queda otra que mantener esta red eléctrica, algo que es muy costoso, pero aquí tienen otra alternativa", apunta el empresario cordobés.