Los secuestradores de Rafael Ávila querían raptar a Paco el Pocero
El empresario sanluqueño pasó 16 días de cautiverio en una finca de Almonte
El supuesto cabecilla del secuestro del empresario gaditano Rafael Ávila, Luis Miguel Rodríguez Pueyo, confesó ayer ante el tribunal que le juzga que cometió esa "barbaridad" para buscar fondos con los que secuestrar a Francisco Hernando, Paco el Pocero. Esta decisión se tomó "cuando se descubrió que había firmado un aval falso para el constructor". La declaración de Rodríguez Pueyo, para quien el fiscal pide 28 años de prisión por nueve delitos, marcó la primera sesión del juicio que se inició ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz, contra un total de ocho acusados de participar en el secuestro del empresario de Sanlúcar de Barrameda.
Tras negarse a contestar ante el fiscal y las acusaciones, Rodríguez Pueyo sí respondió a las preguntas de su abogado defensor y del tribunal, para contar que Ávila, con quien había mantenido varios tratos comerciales como la venta de un piso, fue sólo "una presa fácil" con la que pretendía obtener el dinero necesario para contratar a un grupo "más eficaz" y "más caro" para secuestrar a Paco el Pocero.
El plan para raptar a Ávila lo decisión después de que fracasara un intento de secuestrar al hijo de Paco el Pocero, para lo que contrató a tres ucranianos especializados en el cobro de morosos y que fueron los mismos a los que después pagó de su bolsillo para que capturaran al empresario gaditano.
Con ello pretendía salir al paso de la situación difícil en la que él y su sociedad se encontraban, al descubrirse que en 2007 había firmado un aval falso con el que Paco el Pocero había obtenido una inversión de treinta millones de euros de un grupo financiero londinese para su plan de construcción de más de 10.000 viviendas en Seseña (Toledo). Cuando el famoso plan del constructor se vino abajo y el Pocero no hizo frente a su crédito y la sociedad londinense intentó ejecutar el aval, "me daban un plazo de tres meses para solucionarlo", narró Rodríguez Pueyo, que contó que "estaba amenazado yo, mi hijo y hasta mi nieta", ya que, según dijo, recibió incluso un vídeo de la niña en la puerta de un supermercado.
Ávila fue secuestrado por los tres ucranianos la noche del 2 de junio de 2008 y encerrado en la finca El Retorno, de Almonte (Huelva), de donde fue liberado por la Policía tras dieciséis días de cautiverio.
El acusado explicó que Raúl Brey Ábalos, primo del presidente del PP, Mariano Rajoy, y para el que el fiscal pide 22 años por este mismo caso, era director financiero de la sociedad que había firmado el aval, por lo que también él se sentía amenazado y estaba en una difícil situación. Pero el cabecilla del secuestro insistió en su declaración en que el plan fue exclusivamente suyo y que, cuando se lo contó a Raúl Brey, éste "me dice que me presta la finca [la casa de Almonte en la que el secuestrado estuvo encerrado] pero que no quiere saber nada".
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