Andalucía

La sombra de la violencia machista rodea la muerte de dos jóvenes en Granada

  • Los cadáveres fueron encontrados la noche del jueves en el campo de tiro de Las Gabias

Centro de Alto Rendimiento de Tiro Olímpico de Las Gabias, donde ocurrieron los hechos.

Centro de Alto Rendimiento de Tiro Olímpico de Las Gabias, donde ocurrieron los hechos. / miguel ángel molina / efe

No hubo gritos de socorro o llamadas para pedir auxilio. Los dos disparos se sucedieron en un intervalo temporal muy corto. Y el impacto de bala que presentaba el cuerpo de la joven apuntaría más a la hipótesis de un disparo intencionado en vez de accidental. Estas son las premisas de las que parte la investigación tras conocerse los primeros resultados de la autopsia para esclarecer lo que ocurrió durante la tarde del jueves en el Centro de Alto Rendimiento de Tiro Olímpico de Las Gabias (Granada) en la que Mar C., de 21 años, de la capital, y José Miguel F., de 24 y vecino de Ogíjares, fallecieron tras recibir un disparo.

El caso es "muy complejo" ya que no hay testigos que puedan arrojar algo de luz a lo que sucedió, por lo que la Guardia Civil mantiene abiertas todas las hipótesis: que fuese un caso de violencia de género, como se apuntó en un principio, o un homicidio accidental. No existían denuncias previas por violencia de género, si bien la pareja, "aunque ahora estaría bien", había retomado hacía pocos meses su relación tras haberla dejado un tiempo porque, según amigos de Mar, "podría decirse que ella había sufrido cierto maltrato psicológico" por parte de él.

José Miguel era "muy buena persona. Un chaval educado, de una familia muy conocida en Ogíjares, que trabajaba con su padre en una empresa de reparto de bebidas", tal y como apuntó el alcalde de Ogíjares, Francisco Plata. Le gustaba el tiro deportivo y tenía la licencia en regla, por lo que era un asiduo a la instalación deportiva de Las Gabias.

A veces iba acompañado de su novia, Mar, una estudiante de filología y modelo, que mientras él practicaba, lo esperaba en una zona habilitada para acompañantes, situada tras la línea de tiro.

La tarde del jueves, como en otras ocasiones, los dos pasaron la tarde en el campo de tiro y fueron vistos tanto por personal de la instalación como por otros tiradores, "con una actitud normal y cariñosa". Sin embargo, tal y cono indicaron fuentes de la investigación, poco antes de las nueve de la noche, trabajadores de este centro encontraron a José Miguel con un disparo en la cara, agonizando junto al cuerpo ya sin vida de Mar en la zona reservada al público.

El servicio de Emergencias 112 activó de forma rápida el protocolo, por el que efectivos sanitarios, Guardia Civil y Policía Local de Las Gabias se desplazaron hasta el lugar, donde al llegar confirmaron que ambos jóvenes yacían ya sin vida.

En un principio, la primera hipótesis que se barajó fue la de un caso de violencia de género. José Miguel habría disparado a su novia en la cabeza con la escopeta del calibre 12 que había utilizado durante la práctica, provocándole la muerte, tras lo que habría decidido quitarse la vida con el mismo arma.

Sin embargo, los hechos tuvieron lugar después de que el joven hubiese terminado la sesión de tiro, lo que abrió la posibilidad de que se tratase de un hecho "fortuito". En concreto, esta hipótesis contemplaría que un cartucho de la recámara del arma se disparó e impactó contra Mar causándole la muerte. Tras ello, José Miguel se habría acercado a ver qué había ocurrido y al comprobar que Mar había fallecido, decidió quitarse la vida.

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