La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
La temporada de alergias este año se prevé más larga e intensa debido a las precipitaciones constantes del pasado mes de marzo. La polinización de las especies y, por tanto, la aparición de síntomas se ha retrasado, pero las lluvias y el progresivo aumento de las temperaturas también han favorecido el crecimiento y la floración de las plantas, lo que se traduce en una liberación masiva de polen.
En Andalucía tiene una especial incidencia la alergia al polen del olivo debido a la presencia de grandes plantaciones. Aunque la concentración de este tipo de polen ya habría alcanzado su pico, los niveles siguen siendo altos, por lo que los expertos recomiendan seguir los tratamientos prescritos en caso de que aparezcan los síntomas de la alergia. A continuación, repasamos cuál es la incidencia del polen del olivo en las distintas provincias.
Jaén se mantiene en alerta roja por alergia al polen del olivo con una concentración de 2.514 granos/m3, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Las mediciones del observatorio sito en el Hospital de Jaén revelan la peor situación de la comunidad. Por comparar, una concentración superior a los 200 granos por metro cúbico acarrea ya un nivel alto de alerta. El pico en esta provincia se alcanzó el pasado 18 de mayo, con una concentración de 7.711 granos/m3.
Le sigue la provincia de Córdoba (777 granos/m3), si bien en esta provincia el pico de polen del olivo tuvo lugar el 3 de mayo (8.043 granos/m3). En Sevilla, contrastan las mediciones del Hospital Virgen de la Macarena (462 granos/m3), con las del Hospital Tomillar, que arrojan un riesgo moderado (88 granos/m3). En cualquier caso, el pico de esta alergia en Sevilla se dio a finales del mes de abril.
Granada se encuentra también en alerta roja, según las últimas mediciones (219 granos/m3), aunque la tendencia apunta a que pronto el riesgo se reducirá a moderado. Málaga se sitúa en alerta naranja (149 granos/m3), seguida de Cádiz y Almería, en riesgo bajo con concentraciones de 60 y 44 granos por metro cúbico, respectivamente.
Las altas concentraciones de polen de olivo o de gramíneas puede suponer un agraviento de los síntomas entre los pacientes alérgicos si no han recibido tratamiento de inmunoterapia previamente. Entre los más frecuentes se encuentran la rinoconjuntivitis, las lágrimas y el enrojecimiento de los ojos, estornudos, tos seca o dificultades respiratorias.
Las principales medidas de prevención consisten en evitar la exposición al alérgeno, para lo cual se recomienda evitar las actividades al aire libre en horas con alta concentración de polen, que suelen darse entre las 5:00 y las 10:00 horas, y entre las 19:00 y las 22:00 horas. Los expertos recomiendan aismismo el uso de gafas de sol y mascarilla en el exterior.
En paralelo, se deben seguir estrictamente las pautas farmacológicas indicadas por los profesionales sanitarios para minimizar los efectos adversos de las alergias. Entre los medicamentos más comunes se encuentran antihistamínicos, colirios y sprays nasales para controlar los síntomas rinoconjuntivales; y los inhaladores en caso de asma.
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