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Andalucía

De vuelta a la tierra

  • Los aeropuertos encaran la temporada de verano con pocas novedades y máxima incertidumbre después de perder tráfico en el inicio de año hasta niveles de 2004

Un indicador resume qué está ocurriendo en los aeropuertos andaluces en este primer tramo del año: uno de cada cuatro de los usuarios contabilizados en 2008 ha dejado de volar ahora, bien por la crisis económica, bien porque ya no dispone de la conexión que necesita. La proporción equivale a medio millón de billetes menos vendidos con origen o destino a la región en enero y febrero, y explica que el tráfico de viajeros en el cielo andaluz se haya hundido hasta las cifras de hace cinco años, hasta las de 2004, en un destino turístico que nada tiene que ver con el de entonces y que demanda clientes casi a gritos para sobrevivir a la temporada.

El bache del transporte aéreo se ahonda este año. Las terminales de Málaga, Sevilla, Granada/Jaén, Jerez y Almería, tras romper en el último ejercicio toda una década de crecimiento, están experimentando ahora una caída media de su tráfico del 23% que empeora el registro nacional (17%), y desconocen cuan profundo es el pozo de 2009. La terminal malagueña, primera de la comunidad, perdió en los dos primeros meses del año casi 290.000 usuarios; un 20% con respecto al año anterior. Y en proporción, es la que menos cae. Sevilla perdió un 20,5%. Granada, un 31%, Almería, un 36,5%, y Jerez, el aeropuerto más afectado, se desplomó un 38% con respecto a 2008.

 

Este funesto inicio de año en los aeropuertos es resultado de un cúmulo de circunstancias, todas con el apellido “crisis”. Las aerolíneas han reducido rutas en la temporada de invierno, la que acaba de finalizar. Sólo en Sevilla se borraron de las pantallas catorce enlaces –ahora recuperados–.

Además, para las conexiones que siguen activas, se venden menos billetes. Pierden pasajeros tanto los enlaces internacionales como las rutas domésticas, frente a un AVE que es cada ejercicio más competitivo y ha logrado imponerse en los corredores Málaga–Madrid y Sevilla–Madrid.

 

Y pierden usuarios tanto las aerolíneas tradicionales como las de billetes baratos. En febrero, las low cost, que han propulsado al sector durante el último lustro, vendieron casi un 23% menos de billetes con origen o destino en Andalucía, según los datos del Ministerio de Turismo.

 

El mercado británico, primer emisor de viajeros extranjeros a la región, cae por la devaluación de la libra, mientras que el alemán –segundo– quiere viajar pero está reservando a última hora, más tarde que nunca. Sobre los viajeros españoles, Álvaro Middlemann, director de la compañía Air Berlin en España, aporta dos factores para explicar “en cierta medida” el bajón del uso del avión este arranque de año: un mayor uso del vehículo privado por el menor coste de la gasolina, y un invierno en el que ha nevado mucho y en el que los destinos de interior se han revitalizado.

 

¿Se prolongará la crisis del tráfico durante la recién estrenada temporada de verano, entre abril y octubre? Los directores de los aeropuertos de Sevilla,Jerez, Granada y Almería trasladan una respuesta idéntica por correo electrónico: “En este contexto, es muy difícil hacer una previsión fiable”. En Andalucía, y en los aeropuertos de medio mundo.

 

Las compañías aéreas lo tienen más claro: durante este ejercicio se mantendrán las turbulencias del año pasado y se recrudecerá la crisis que atraviesa el sector, que es más grave que la provocada por los atentados del 11-S de 2001. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) –224 aerolíneas y 93% del tráfico mundial– ha avanzado que la industria perderá este año unos 3.450 millones de euros debido a la ralentización económica y a la caída de la demanda, que en Europa se cifra en un 6,5%.

 

La programación de vuelos en Andalucía, como en el resto del país, es algo inferior hoy a la del año pasado. Los touroperadores  europeos –organizadores y vendedores de paquetes turísticos– sólo están dispuestos a fletar los aviones cuya ocupación esté garantizada y tienden a reducir plazas. Mientras, las aerolíneas regulares y las low cost, embarcadas en una extraordinaria guerra de precios, apuestan más por consolidar rutas existentes que por arriesgar con otras  nuevas.  

 

Esta temporada veraniega habrá excepciones enla región. Algunas son los nuevos vuelos regulares de Ryanair (Gerona y Cagliari)y Transavia France (París-Orly) en Sevilla; los tres vuelos diarios de Aer Lingus entre Málaga yLondres que comenzaron el lunes, o los cuatro semanales de SAS entre la Costa del Sol y Copenhague. A estos ejemplos de nuevas rutas regulares, se suman otras conexiones de carácter semanal como las de Jerez con Düsseldorf y Zúrich (Air Berlin), la Sevilla–Tenerife (Vueling) o la Granada–Bolonia (Ryanair). 

 

Todas las conexiones aportarán pasajeros al cielo andaluz, pero su puesta en marcha no será suficiente para remontar los resultados de la temporada.La recuperación del tráfico en las terminales, al menos hasta el nivel 2008, dependerá de la evolución de la economía. El director general de la IATA, Giovanni Bisignani, señaló la semana pasada que “esperar una recuperación significativa en 2010 exige, por ahora, más optimismo que realismo”.

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