La esquina

José / Aguilar

Cuando Messi defrauda

14 de junio 2013 - 01:00

QUÉ espanto! La vida nos ha ido arrebatando todos los encantamientos de la juventud y ahora Hacienda se ha propuesto descabalgar a los últimos héroes individuales que construimos para sustituir a aquellos sueños colectivos. Montoro va a empurar a Leo Messi como defraudador fiscal. Habrá que darle la razón al maestro Manu Leguineche que cuando le preguntaron por su personaje favorito contestó que el Gato con Botas.

Aunque el mejor futbolista del mundo se refugie en un padre codicioso y el padre codicioso en unos asesores fiscales sin escrúpulos, lo que quedará es que la Fiscalía se ha querellado contra Messi por birlarle a Hacienda los 4,1 millones de euros que tenía que haber pagado por sus derechos de imagen entre 2007 y 2009, cedidos artificialmente a empresas instrumentales (instrumentos para defraudar) radicadas en paraísos fiscales. Un montaje que papá Messi organizó y que Lionel Messi ratificó cuando llegó a la mayoría de edad.

Todo ello, claro está, en grado de presunción, porque los Messi niegan haber cometido infracción alguna. Pero, como diría el otro, el daño ya está hecho. Ahora es un supuesto defraudador, preso quizás de aquella sentencia que expresaba la protagonista de El caso de la viuda negra: "Ser rico es algo extraño: nunca consideras que ya tienes bastante". La gestión de sus rentables derechos de imagen está arrastrando por los suelos la imagen de Leo Messi.

Si la querella está razonada y se demuestra su fundamento, Messi hará, a la fuerza, el papel que le ha asignado el ministro Montoro de ejemplo, escarmiento y aviso a todas las rutilantes estrellas del arte, la cultura y el espectáculo a las que amenazó en el Congreso por sus incumplimientos con el Fisco (como Lola Flores en el pasado). Messi ha actuado como muchos de sus colegas de la élite cuando el fútbol, gracias a la televisión, subió sus finanzas a la estratosfera: firmar un contrato laboral con su club que tributa al máximo en el IRPF (aun así, el impuesto lo suele pagar el equipo) y otro mercantil para explotar su imagen publicitaria, cedida a una empresa-pantalla del propio jugador que tributa en países de baja fiscalidad, o a una compañía de conveniencia a cambio de una comisión.

Por lo demás, nada que objetar. Como decía ayer un inspector de Hacienda, es mejor dedicarse a perseguir el fraude de las grandes fortunas y las multinacionales que destinar al 80% de los efectivos de la Agencia Tributaria a investigar a pymes y autónomos.

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