Asta Regia | Crítica
El muro de sonido
Cuando el rasgueo de seis cuerdas comienza a sonar y las guitarras hablan se producen momentos mágicos. La historia de la Bienal da cuenta de ello. Sabicas besando la Alameda de Hércules antes de despedirse de la ciudad en la edición de 1986. O el regreso de Pepe Habichuela a la cita flamenca –en 2006– después de 16 años sin actuar en ella. Rafael Riqueni tiene la premisa de ofrecer una Noche Única el próximo martes 24 de septiembre. El Real Alcázar será testigo de la presentación de su último trabajo, Nerja, y tendrá como preludio la actuación del joven alicantino Alejandro Hurtado.
Una fusión de generaciones, que desplegará su virtuosismo para hacer gala, como ha afirmado el maestro Riqueni durante una rueda de prensa en el Centro de la Cerámica, de la “pureza” y de “la mirada hacia atrás” a un género en continuo movimiento. Esa que emana “sabiendo de dónde se viene y a dónde se va”, porque como apunta el guitarrista “si la casa no tiene los cimientos, no vale mucho”.
En Nerja, Riqueni recrea el misterio y el encanto que supuso el descubrimiento de esta cueva malagueña en 1959. Prometió ofrecer una “fiesta de la guitarra” junto con Salvador Gutiérrez, Manuel de la Luz y la chelista Gretchen Talbot. “Nadie, ni yo mismo, creía que pudiera estar haciendo conciertos”, ha recalcado Riqueni para poner en valor que también interpretará algunas composiciones de Parque de María Luisa. Un trabajo producido por Paco Bech y Joselito Acedo y que, a su juicio, es “una obra maestra”.
Como preludio, debutará en la Bienal Alejandro Hurtado. Apenas cuatro días antes de su estreno, ha afirmado sentir más “ilusión que nervios”. No solo por presentarse en la cita flamenca, también por hacer la introducción del concierto de Riqueni: “Es un honor, porque Rafael reúne el equilibrio de haber tocado para los grandes maestros”. El alicantino también rendirá culto a los grandes genios de la guitarra con un tributo a Niño Ricardo en el 120 aniversario de su nacimiento.
“Yo no te veré tocar, porque estaré en el camerino afinando la guitarra”, ha bromeado Riqueni para, poco después, señalar su felicidad “por compartir escenario con Alejandro y si le sirve para avanzar profesionalmente, no puedo estar más satisfecho”, porque como apuntó antes de concluir el encuentro con la prensa: “Mi ilusión es que todos los guitarristas lleguen al nivel que merecen”.
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