TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

Al descubierto | Crítica

Correcta versión del caso Weinstein

Zoe Kazan y Carey Mulligan, en 'Al descubierto'.

Zoe Kazan y Carey Mulligan, en 'Al descubierto'. / D. S.

Guionista, actriz y directora, la alemana Maria Schrader se fue abriendo camino en el cine internacional con Liebesleben y, sobre todo, con la solo correcta Stefan Zweig: adiós a Europa y la premiada (pero flojita) El hombre perfecto, a las que hay que sumar la miniserie televisiva Unorthodox, en la que fustiga a la comunidad jasídica con una parcialidad que ignora las muchas riquezas culturales que ha aportado, inspirando, entre otras obras de ficción o pensamiento, las extraordinarias novelas de los premios Nobel Shmuel Yosef Agnon e Isaac Bashevis Singer o los Cuentos jasídicos que compiló Martin Buber.  Pero esta es otra historia, que diría Moustache, el camarero de Irma la dulce.

En esta ocasión Maria Schrader se traslada a Hollywood para narrar la investigación periodística que puso en la picota al hoy encarcelado productor Weinstein, desatando una cadena de denuncias. Lo hace con el estilo plano y algo neutro de su Stefan Zweig: adiós a Europa, intentando seguir la línea del gran cine americano sobre casos de investigación periodística que tuvo en Todos los hombres del presidente su clásico moderno de referencia y en películas como Los archivos del Pentágono alguno de sus grandes títulos recientes, pero sin lograrlo.

El guión de la dramaturga y guionista Rebecca Lenkiewicz (coescribió con Pawlikowski el de la aclamada Ida) se basa en el libro de las protagonistas de la película, las periodistas Jodi Cantor y Megan Twohey que destaparon el caso Weinstein en 2017 con sus artículos en el New York Times, aporta excelentes ideas -como la de que el abusador sea una figura dramática y repugnantemente central pero casi ausente de las imágenes, al igual que sus abusos- para evitar el sensacionalismo morboso y centrarse con la seriedad exigible en las investigadoras y las víctimas. También acierta al retratar la vida privada de las periodistas -que han de conciliar su vida familiar y su agotador, exigente y hasta peligroso (por enfrentarse a un gigante que podía haber acabado con sus carreras)- y al recrear los testimonios de las víctimas (con Ashley Judd interpretándose a sí misma), creando un lazo de solidaridad y correspondencia entre unas y otras. Carey Mulligan, Zoe Kazan y Patricia Clarkson en los papeles principales están perfectas.

El límite se lo pone a la película la directora. ¿Por qué se ha elegido una buena pero plana artesana para un proyecto tan ambicioso y con tantas posibilidades de interesar a las grandes audiencias por la trascendencia del escándalo Weinstein? Quizás por el éxito en las plataformas de Unorthodox como crítica (en mi opinión manipuladora por simplista, repito) de otras formas de opresión de la mujer. Queda una historia apasionante de extraordinaria importancia -el origen del movimiento #metoo y una vuelta de tuerca esencial para el feminismo- bien escrita, muy bien interpretada y solo correctamente filmada. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios