Un reencuentro muy esperado. La Esperanza Macarena visitará el próximo sábado a la Hermandad de los Estudiantes en el traslado que realizará al Rectorado después de la misa estacional de la Plaza de España. El paso de palio accederá a la capilla de los Estudiantes y allí se encontrará con el Cristo de la Buena Muerte. Esta misma escena se produjo el 3 de junio de 1964 cuando la Virgen de la Esperanza regresó a su basílica después de la imposición de la presea en la Catedral. Fue en la Anunciación, sede todavía de la cofradía del Martes Santo y de la Universidad, que aún estaba en la calle Laraña. Allí se vivieron momentos de gran emoción entre dos hermandades que convivieron en este templo entre 1936 y 1942, años en los que la Macarena estuvo cobijada en Laraña tras el incendio de San Gil. Este sábado, el escenario será otro, pero la Esperanza, la Buena Muerte y los sentimientos volverán a estar a flor de piel.

Si hay una visita justificada entre todas las que está realizando la Macarena es, sin duda, ésta. Durante los casi seis años en los que ambas corporaciones compartieron templo se cimentó una profunda relación que fructificó en hermanamiento. El acto de este sábado será sencillo. El paso de palio de la Macarena entrará en la capilla universitaria por la puerta lateral. Se rezará una oración, el hermano mayor de los Estudiantes, Antonio Piñero, dirá unas palabras, habrá una ofrenda floral y se entregará un recuerdo a la Macarena por la visita. El acto terminará con una oración por los hermanos difuntos y se entonará el Salve Regina. Luego, la Macarena volverá a salir a la Lonja para entrar en el Rectorado por su puerta principal.

En la capilla universitaria estarán esperando a la Esperanza el arzobispo Castrense de España, monseñor Juan del Río; el obispo de Asidonia-Jerez, monseñor José Mazuelos (ambos fueron directores espirituales de los Estudiantes y han predicado en el triduo), el rector de la Universidad, Antonio Ramírez de Arellano; y la vicerrectora de Relaciones Institucionales, Teresa García Gutiérrez, entre otras personas. El acceso a la Lonja de la Universidad estará restringido y sólo se podrá acceder por invitación.

El hermano mayor de los Estudiantes recalcó a este periódico la emotividad del acto que se va a celebrar: "Se trata de conmemorar los 78 años de unión desde que la Macarena llegó a la Anunciación el 4 de octubre de 1936. Cuando la Macarena llegó allí también estuvo el rector para recibirla".

La Hermandad de la Trinidad también ha dado a conocer que para recibir a la Macarena sacará a la plaza de entrada a la Basílica de María Auxiliadora a la Virgen de la Esperanza en el paso de San Juan Bosco, cedido para la ocasión por la comunidad Salesiana. El paso estará situado al lado izquierdo de la puerta principal de la Basílica y al lado derecho estará María Auxiliadora en su paso. La Virgen de la Esperanza estará vestida de blanco, conmemorado la coronación y con la cruz pectoral regalada por la Macarena. El paso estará exornado con azucenas blancas.

Por otra parte, en la mañana de ayer el delegado diocesano de Liturgia y prefecto de Liturgia de la Catedral, el canónigo Luis Rueda; y el grueso de las personas que participarán con alguna responsabilidad en la misa estacional, acompañados por varios miembros de la junta de gobierno de la Macarena, estuvieron en la Plaza de España supervisando los preparativos. Sobre el mismo altar, que ya está prácticamente terminado, estuvieron preparando al detalle cómo será la ceremonia y el lugar concreto que debe ocupar cada persona.

Mientras tanto, por la mañana se volvieron a formar colas en el perímetro de la Catedral para contemplar a la Virgen de la Esperanza en su altar. Por la tarde, tuvo lugar el segundo día del triduo. El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, fue quien presidió la eucaristía. El ursaonés comenzó su homilía leyendo un fragmento de la famosa poesía que su paisano Rodríguez Buzón dedicó en su pregón a la Macarena. Tras este guiño, el prelado aseguró que la celebración era "un encuentro de amor con la Macarena". Mazuelos recordó sus encuentros con la Esperanza, cuando estudiaba Medicina y acudía a la basílica para pedirle, antes de profundizar en la figura de la Virgen: "María es inseparable de su hijo y Jesús es inseparable de su madre. Ella es como otra presencia de Jesús. Esa corona nos testifica que es reina porque ella es la madre del rey. La realeza de María emana de Cristo".

Esta tarde se celebrará la última jornada del triduo que estará presidida por el arzobispo Castrense de España, Juan del Río.