Los talleres de arte sacro no sólo se tienen que enfrentar a la escasez de encargos de estos últimos años. Tienen otro enemigo: la carestía de los materiales nobles con los que trabajan. Sobre todo el oro y la plata, que prácticamente han duplicado su valor. "Están por las nubes. Un kilo de plata ha pasado de costar 600 euros a casi 1.200. Está todo desorbitado", recalca Ángel Delgado. Por la debilidad de la demanda es imposible que puedan repercutir estos sobrecostes en los presupuestos. Son los artesanos los que asumen la diferencia, incluso poniendo la mano de obra al mínimo para poder coger trabajos.

En los talleres de bordado está pasando lo mismo. Los hilos de oro y plata con los que trabajan prácticamente han duplicado el precio. "Se ha notado mucho en el último año y medio, sobre todo. Intentamos asumir esa subida en la medida de lo posible. Los representantes también se quejan de que se les aprieta mucho", reconoce Bernardino. El pan de oro empleado para los pasos también ha duplicado su precio, por lo que algunos doradores están recurriendo a productos más baratos que proceden incluso de China.

Al encarecimiento de las materias primas los artesanos suman la subida de los suministros, como la luz, o el IVA.