¿Antes o después de freírlas? Este es el momento exacto en el que debes echar la sal a tus patatas

Si las salas antes de echarlas al aceite podrían ablandarse, impidiendo que disfrutemos de una textura crujiente

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Las patatas fritas, en el blanco.
Cuando se fríen las patatas, el aceite debe estar a unos 120 grados. / Archivo
A.S.

12 de enero 2024 - 07:00

Cortadas en gajos, en bastones más finos o más gruesos, acompañadas de salsa, actuando como guarnición de una carne o comiéndolas como aperitivo. Sea como sea, las patatas fritas son uno de los alimentos más queridos por la población y, prácticamente, en cualquier almuerzo o cena encaja un plato protagonizado por ellas.

Prepararlas es muy sencillo, por lo que este sería otro de sus puntos a favor. Tan solo habría que cortarlas y freírlas en la sartén o en la freidora, para, después de que enfríen, poder disfrutar de su exquisito sabor. Aunque en el proceso también deberemos salarlas, pero, ¿cuál es el mejor momento para hacerlo?

El instante en el que debes añadir sal a las patatas fritas

Al contrario de lo que muchas personas puede pensar, el momento en el que deberíamos añadir salar nuestras patatas es justo después de sacarlas de la sartén o freidora. En este instante, con el alimento todavía caliente, la sal se adherirá perfectamente a su superficie, dándole ese toque de sabor que potenciará al del tubérculo.

Si salamos las patatas antes de que las introduzcamos en el aceite caliente, una práctica muy habitual, es posible que los granos de sal penetren en ellas y se ablanden, impidiendo así que disfrutemos de una textura crujiente. Por otra parte, si añadimos el condimento mientras se fríen, un gran porcentaje acabará en el fondo de la freidora o sartén, empeorando la calidad del aceite que usamos.

Otras claves para cocinar las patatas fritas perfectas

Podemos optar por un corte más fino o más grueso, pero es fundamental que todas las patatas tengan el mismo tamaño para que necesiten el mismo tiempo de fritura y, por lo tanto, cuando las saquemos del aceite caliente, todas estén perfectamente cocinadas.

Otro truco que debemos seguir para preparar unas patatas fritas exquisitas es, una vez las hayamos cortado, dejar que reposen en agua durante unos minutos. Esto servirá para eliminar el exceso de almidón y, cuando las hayamos frito, tendrán una textura más crujiente.

El aceite que utilicemos en la fritura juega un papel fundamental, por lo que se recomienda que este sea de oliva virgen extra. Además, debe estar a una temperatura de unos 120 grados cuando vayamos a introducir en él las patatas.

Si usamos una freidora, en la que tenemos más control de la temperatura del aceite, podemos llevar a cabo la 'doble fritura'. La primera se realizará a unos 120 grados y durará unos 8 o 9 minutos; para la segunda, subimos el número hasta 190 y freímos las patatas durante unos pocos minutos más. Con este proceso conseguiremos que, por fuera, presenten una textura crujiente, mientras que, por dentro, estén blandas.

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