Estamos en el época de de hacer la barbacoa perfecta para disfrutar del aire libre, los amigos y la buena comida. En este entorno, surge la pregunta: ¿barbacoa de carbón, gas o eléctrica? Cada una tiene sus ventajas y desventajas, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha evaluado estas opciones y nos trae su veredicto.

La barbacoa de carbón, sin duda, es la opción más tradicional y ofrece un sabor genuino a la comida asada. Disponible en versiones portátiles o de obra, estas barbacoas suelen ser más económicas, con precios que van desde los 40 euros para las portátiles hasta los 1.349 euros para las de obra de alta calidad. Sin embargo, encenderlas puede ser un desafío y requiere tiempo para alcanzar la temperatura adecuada. La limpieza también puede resultar complicada, y el control preciso de la temperatura es un desafío. Además, la seguridad puede ser un problema, ya que las brasas tardan en apagarse.

Para una buena barbacoa de carbón, la OCU recomienda que cuente con una tapa para controlar la temperatura y crear un efecto horno, un termómetro en la tapa para saber cuándo alcanza la temperatura ideal, ruedas para facilitar su movilidad, rejillas de ventilación para regular la temperatura, ganchos para colgar utensilios, una rejilla para mantener el calor y un cenicero para evitar que la ceniza ensucie los alimentos.

En cuanto a la barbacoa de gas, su mayor ventaja radica en la facilidad de encendido y la capacidad de regular el calor. Funcionando como una pequeña cocina, estas barbacoas utilizan quemadores alimentados por una bombona de gas para calentar piedras de lava y asar los alimentos. Aunque su sabor no es tan genuino como el de la barbacoa de carbón, ofrece una mayor comodidad y facilidad de limpieza. El precio varía según la potencia, oscilando entre los 120 y los 5.000 euros.

Al elegir una barbacoa de gas, es importante considerar el espacio para la bombona de gas, el número de quemadores para adaptarse al número de comensales, quemadores laterales para calentar salsas u otros alimentos, placas de cocción que funcionen como plancha, encimeras como mesas auxiliares y ganchos para colgar utensilios de cocina.

Por otro lado, las barbacoas eléctricas son una opción práctica si se dispone de una toma de corriente cercana en la terraza o jardín. Disponibles en modelos portátiles o de sobremesa, estas barbacoas son fáciles y rápidas de encender, permiten regular la temperatura y generan menos humo. Sin embargo, suelen tener una temperatura máxima más baja y no proporcionan el mismo sabor auténtico ni el característico aroma a humo de las otras opciones. Los precios de las barbacoas eléctricas varían entre los 40 y los 1.300 euros.

A la hora de elegir entre una barbacoa de obra o portátil, la OCU sugiere considerar el clima, el espacio disponible y la frecuencia de uso. Si se vive en una zona con buen clima y se tiene una terraza o jardín amplios, una barbacoa de obra puede ser una inversión a largo plazo. Sin embargo, las barbacoas portátiles ofrecen la ventaja de ser móviles y se pueden ubicar en áreas más resguardadas del viento. Se recomienda optar por modelos más grandes y estables, pero con ruedas para facilitar su movilidad en caso de mudanza.